Crimen del remisero: "Un mozo me golpeó con un fierro en la cara"
La pareja jura que no tuvo nada que ver con el homicidio de Rubén Segovia, ocurrido este lunes en la zona de la terminal de Santa Fe.
"No tenemos que estar en este lugar. Acá tiene que estar sentados los verdaderos culpables y que les den perpetua", dijo uno de los acusados por el crimen del remisero. Crédito: Flavio Raina
Las cámaras de seguridad públicas y privadas de la ciudad de Santa Fe serán clave para determinar si la pareja acusada de matar al remisero Rubén Carlos Segovia (62) es culpable o no. Porque mientras la Fiscalía los acusa de protagonizar un hecho de sangre en las inmediaciones de la terminal de colectivos a las 00.50 de este lunes, los sospechosos aseguran que a la misma hora tuvieron una pelea en un bar, a metros del rectorado de la UNL.
Este miércoles, en el subsuelo de tribunales, la fiscal Ana Laura Gioria imputó a Paola Vanesa C. (38) y David Leonardo S. (39) como probables coautores de los delitos de "tentativa de robo calificado" y "homicidio calificado criminis causae" en perjuicio de Rubén Carlos Segovia (62), en circunstancia que los trasladaba en un Volkswagen Senda modelo 2004 color gris oscuro que utilizaba como "remís trucho".
Para el Ministerio Público de la Acusación (MPA), la pareja atacó al conductor del auto con fines de robo, cuando transitaban por calle San Luis al 2800, entre Hipólito Irigoyen e Irigoyen Freyre. Malherido, el conductor detuvo el vehículo media cuadra al sur de la plaza España y trató de escapar, cayendo sobre el pavimento, donde fue hallado a las 00.50 de este lunes 10 de abril.
Conmoción en el centro santafesino por el crimen. Crédito: Flavio Raina
Detenidos en bulevar
Según los testigos ocasionales, del coche se bajó también una pareja de jóvenes, que se dio a la fuga por calle Irigoyen Freyre, en dirección a la avenida Rivadavia.
La víctima fue trasladada en estado reservado al hospital Cullen, donde falleció a causa de las graves lesiones de arma blanca. Mientras tanto, la policía arrestó a la mujer en zona de bulevar Pellegrini y 9 de Julio; en tanto que el varón fue apresado en 1° de mayo al 3500.
Ambos imputados -asistidos por el defensor público Nicolás Mosconi, escucharon atentamente la atribución delictiva, y una vez finalizada pidieron declarar ante el juez Pablo Busaniche.
"Somos inocentes, no tenemos nada que ver con el hecho. Nos están arruinando la vida", inició el varón, quien aseguró que ese día "tuvimos una pelea, una discusión entre nosotros dos" en un drugstore ubicado en inmediaciones de la universidad.
Los detenidos fueron imputados y declararon su inocencia en este hecho.
Pelea con un mozo
"Veníamos de Sarmiento y Bulevar, donde tengo un lavadero", agregó el acusado, quien narró que la discusión que se inició en el kiosco se trasladó al bar-comedor que está en la esquina de bulevar y San Jerónimo, donde "un mozo me golpeó con un fierro en la cara". "Tuvimos una discusión y el mozo se interpone", reiteró.
Luego acudió a una remisería de calle 1° de Mayo al 3500, donde "no me quisieron llevar porque estaba ensangrentado", dijo y agregó que en la pelea en el bar "me robaron la mochila que había quedado arriba de una mesa".
"Somos totalmente inocentes, nunca pasamos por ese lugar", exclamó el muchacho quien asegura que "no me hace falta robar" y que "nunca robé".
La policía custodió la escena del crimen, en pleno centro de Santa Fe. Crédito: Flavio Raina
Los verdaderos culpables
Por último, reclamó a las autoridades el esclarecimiento del caso diciendo que: "No tenemos que estar en este lugar. Acá tiene que estar sentados los verdaderos culpables y que les den perpetua".
En tanto la mujer, que coincidió con el relato de su pareja, agregó que fue ella quien lo pasó a buscar por el trabajo, a metros de la plaza Pueyrredón. "Veníamos caminando por bulevar, íbamos discutiendo por celos" y al llegar a calle 25 de Mayo pararon en un kiosco "a tomar una birra".
En el kiosco, la discusión se habría convertido en pelea, que ella asegura haber querido terminar porque "tengo una causa por robo calificado y no quería problemas". Entonces escapó hacia el bar de la esquina, donde relató lo mismo que su consorte de causa.
Cámaras y testigos
Las narraciones opuestas -entre acusados y fiscalía- podrían ser rápidamente contrastadas con las cámaras de seguridad, atento a que tanto la zona de la terminal de colectivos, como la que comprende el paseo público de los bulevares Gálvez y Pellegrini se encuentra monitoreada por el municipio, la policía y por gran parte de los comerciantes de manera privada.
Además, el cariz público de la pelea que aseguran haber mantenido los imputados, también podría ser contrastable con los testimonios de empleados de los comercios frecuentados, presuntamente en la misma línea temporal.
De ello dependerá que la Justicia continúe apuntando a los sospechosos o reoriente la investigación hacia otras personas. Mientras tanto, la fiscalía solicitó para este jueves, el tratamiento de la medida cautelar, cuyo horario todavía no fue definido por la Oficina de Gestión Judicial (OGJ).
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