La noche del domingo venía de bronca y amargura. El nuevo tropezón de Colón, esta vez a manos de Talleres de Córdoba, sobrevolaba en el barrio que lo tiene como emblema.
La víctima es un joven de 21 años. Recibió un tiro en la cabeza. No hay detenidos
La noche del domingo venía de bronca y amargura. El nuevo tropezón de Colón, esta vez a manos de Talleres de Córdoba, sobrevolaba en el barrio que lo tiene como emblema.
En rigor ya eran los primeros minutos del lunes cuando Jerónimo Jesús Siboldi (21) decidió acudir hasta la manzana 9 del complejo Fonavi, para encontrarse con sus amigos.
El grupo de jóvenes conversaba en medio del espacio verde que está entre las edificaciones cuando de repente apareció en escena una moto, con dos muchachos a bordo.
Sin mayores trámites uno de los motociclistas, ya con un arma de fuego entre sus manos, encaró al grupo y efectuó varios disparos.
Uno de los balazos le pegó en la cabeza a Siboldi que se derrumbó contra el suelo. Otro de los proyectiles alcanzó a su amigo, Kevin Márquez (19), en una pierna.
Cometida la criminal acción sus autores escaparon a toda velocidad. Mientras, toda la barriada quedaba sumida en el terror.
Con lógica urgencia Siboldi fue trasladado hasta el hospital José M. Cullen. No obstante pese al empeño que se puso, el joven arribó ya fallecido.
“Yo estaba en mi dormitorio mirando televisión cuando escuché las explosiones. Fueron cuatro o cinco tiros. Y enseguida comenzaron los gritos y las corridas. Me asomé por la ventana y ví como arrastraban a un muchacho que estaba muy mal herido”, dijo hoy una vecina a El Litoral.
“Me asusté mucho porque los muchachos gritaban con desesperación y algunos vecinos también. Un rato después todo esto se llenó de policías”, agregó.
Según se supo la víctima fatal no reside donde ocurrió el incidente sino en la manzana 1.
En el lugar del suceso trabajaron agentes de la AIC quienes se incautaron de varias vainas servidas que quedaron desparramadas.
También tomaron algunas declaraciones a supuestos testigos y realizaron otras labores en busca de alguna pista que conduzca al asesino.
Por su parte los vecinos señalaron el estado de intranquilidad permanente en el que tienen que vivir a diario.
“Acá este tipo de hechos son frecuentes. La semana pasada apuñalaron a un chico que quedó grave. Ahora pasó esto. Los tiroteos se escuchan prácticamente todas las noches. Todos sabemos que hay bandas que se dedican a la venta de drogas y a asaltar a la gente. Pero parece que la policía no toma nota”, se quejaron.