La causa por la aparición sin vida del cuerpo de un vecino en la localidad de Amenábar, en el sur santafesino, sumó esta semana un nuevo capítulo: la autopsia y los datos aportados por la Fiscalía dan cuenta de un crimen macabro donde cobra mucha fuerza la teoría de ofrenda a “San La Muerte”.
Desde el 27 de septiembre último. Marcos "Tito" Correa era intensamente buscado y casualmente su cuerpo fue hallado el 13 de octubre último. Estaba enterrado en el predio conocido como el "Viejo Basural" en esa población ubicada a 1 hora de Venado Tuerto.
La investigación, dio con un hombre de 34 años cuyas iniciales son C.E.L, que quedó en prisión preventiva. La medida cautelar fue ordenada por la jueza Lorena Garini, a raíz del pedido formulado por el fiscal Eduardo Lago en una audiencia llevada a cabo en los tribunales de la ciudad de Rufino.
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El hombre investigado fue imputado por el fiscal del Ministerio Público de la Acusación, como autor del delito de “homicidio doloso calificado por ensañamiento, alevosía, proceder insidioso y odio religioso”. “El homicidio investigado fue cometido entre el domingo 27 y el miércoles 30 de septiembre, y tiene características macabras”, sostuvo el fiscal Lago. “De lo relevado hasta el momento, estamos en condiciones de sostener que el delito fue perpetrado con el objetivo de realizar un sacrificio humano a un culto pagano”, agregó.
El funcionario del MPA argumentó que el imputado “planificó detalladamente cómo provocaría la muerte de Correa” de 27 años y remarcó que “lo invitó a consumir estupefacientes y de esa manera, lo engañó para llevarlo a un monte ubicado en las afueras de la localidad de Amenábar, en inmediaciones del denominado nuevo basural’”.
Luego de que los estupefacientes comenzaron a hacer efecto en el organismo de la víctima, el imputado le propinó golpes de puño y logro tirarlo al piso, le cortó la garganta con un cuchillo para que no pudiera gritar, le hizo un gran corte en el pecho y le extrajo el corazón”, relató Lago. “Finalmente, lo decapitó y lo enterró a metros del lugar”, precisó.
El fiscal del MPA subrayó que “se trató de una muerte cruel” e hizo hincapié en que “también fueron crueles las acciones realizadas por el imputado con el cuerpo ya sin vida de la víctima”.
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El hallazgo
A partir de una denuncia de paradero de Correa, fue iniciada la investigación en esa localidad de 2 mil habitantes. “Logramos obtener información de que su cuerpo estaba enterrado en inmediaciones de un monolito casero ubicado en el basural. Había una pila de ladrillos tipo altar”.
La autopsia y la reconstrucción de los minutos finales de Correa, dan cuenta de que le provocaron un corte en el cuello con un cuchillo, le abrieron el pecho para extraerle el corazón y después lo decapitaron.
De hecho, el dato más llamativo y que es poco frecuente, es que durante la autopsia, que todavía sigue su curso, se detectaron signos de canibalismo en ese corazón encontrado junto al cuerpo enterrado bajo el altar, cortes y marcas específicas. El pantalón contenía unos 500 pesos dentro de uno de sus bolsillos, con lo que empezó a descartarse la hipótesis de un robo seguido de un homicidio.