Los fiscales pidieron este miércoles investigar por presunto falso testimonio a Juan Guarino y a Thomás Colazzo, dos amigos del grupo de rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa.
Además del pedido de “prisión perpetua” para todos los acusados, la fiscalía solicitó la investigación de dos testigos de la causa.
Los fiscales pidieron este miércoles investigar por presunto falso testimonio a Juan Guarino y a Thomás Colazzo, dos amigos del grupo de rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa.
Así lo solicitó la Fiscalía ante el Tribunal Oral Criminal 1 de Dolores en su alegato, en el que pidió que los ocho acusados sean condenados a la pena de prisión perpetua.
Sobre Guarino y Colazzo, los fiscales sembraron dudas por su declaración como testigos, ya que omitieron brindar detalles sobre lo qué pasó estando ambos en el lugar de los hechos.
Guarino, quien fue sobreseído en la causa por el homicidio, declaró como testigo y dijo que vio una pelea pero que se fue del lugar sin precisar detalles y aseguró que no pudo ver nada de la golpiza que le dieron a Fernando.
Además, en todo momento sostuvo que los rugbiers eran recurrentes en generar peleas y que "estaba cansado" de que eso ocurriera.
Por su parte, Thomás Colazzo, quien también estuvo a metros de donde los acusados golpearon a Fernando, y si bien nunca estuvo imputado, la sospecha es que omitió dar detalles sobre lo qué pasó en el lugar y luego de los hechos, la conversación que tuvo con los implicados.
En ese entonces el joven tenía 17 años y nunca fue reconocido ni por testigos, amigos ni cámaras de seguridad como un participante más del crimen, pero sí se lo observó en frente al boliche Le Brique.