En 2024 se cometieron 90 crímenes en el departamento Rosario, la cifra más baja del milenio
El descenso en los asesinatos superó el 65% con respecto a 2023. Hubo algunos crímenes resonantes, como en marzo, cuando mataron a 4 personas en menos de 96 horas para infundir temor. En septiembre, cuando hirieron mortalmente a un policía durante un asalto. O en noviembre, cuando acribillaron al jefe de la barra brava de Rosario Central a metros del estadio.
Las estadísticas señalan que durante todo 2024 se registraron 90 homicidios en todo el departamento, alrededor de un 65% menos que durante los doce meses de 2023.
Crédito: Marcelo Manera
La ciudad de Rosario y el departamento que lleva el mismo nombre fueron dejando de aparecer en forma cotidiana en las noticias y crónicas policiales. Lo que hasta hace un año era casi a diario: «un crimen en Rosario», poco a poco fue quedando atrás. Las estadísticas señalan que durante todo 2024 se registraron 90 homicidios en todo el departamento, alrededor de un 65% menos que durante los doce meses de 2023.
La cifra sigue siendo importante ya que lo ideal sería no tener crímenes, pero a su vez, no haber superado los 3 dígitos es un logro, que puede atribuirse a diversos factores, desde la mayor cantidad de coches policiales y uniformados patrullando las calles hasta el mayor control de presos alojados en diversos centros de detención (bajo custodia provincial o federal).
Del total de víctimas, 13 fueron mujeres de entre 17 y 57 años. La primera víctima de 2024 fue una mujer, Eugenia Estefanía Toloza (31 años), que falleció en los primeros minutos del sábado 6 de enero. Había sido llevada en un auto hasta el policlínico San Martín, ubicado en barrio Belgrano, al noroeste de Rosario, con varias heridas de arma blanca. En un primer momento se dijo que había sido atacada en el marco de una pelea en una vivienda, pero horas más tarde, el caso dio un giro y pasó a ser caratulado como ‘femicidio vinculado’.
El lugar del crimen fue una vivienda ubicada en inmediaciones de French al 6400, de barrio Empalme Graneros y por el crimen fue detenida una pareja, conformada por María Laura L. y Alejandro G. Ambos fueron detenidos e imputados por ‘homicidio calificado por violencia de género’, ya que Toloza era la hija de la ex pareja del hombre arrestado.
Crímenes para infundir temor
Entre el 5 y el 9 de marzo, Rosario fue sacudida por los asesinatos a tiros de dos taxistas, un colectivero y un trabajador de una estación de servicios. En varios de esos hechos, además se dejaron notas amenazantes, con mensajes intimidatorios. Esa escalada de violencia derivó en paros de transporte y cierre de estaciones de servicio, que dejaron a la ciudad más importante del sur santafesino desolada, con sus habitantes respirando miedo.
El primero de los asesinatos ocurrió en la noche del martes 5 de marzo en Flammarión al 5100, de barrio Tiro Suizo, en la zona sur. La víctima fue taxista Héctor Raúl Figueroa, de 43 años, asesinado a tiros dentro de auto. Su cuerpo tenía más de una docena de heridas de arma de fuego en la cabeza, cuello y tórax.
El segundo crimen ocurrió un día después, el miércoles 6, en inmediaciones de Marcelo T. de Alvear y Garmendia, de barrio Saladillo Sur. La víctima fue otro taxista, identificado como Diego Alejandro Celentano, de 33 años
Al día siguiente fue baleado Marcos Daloia (39 años), mientras iba manejando un colectivo de la línea K en Mendoza y Méjico (barrio Belgrano). El chofer recibió una herida de bala en la cabeza por lo que fue trasladado en ambulancia hasta el hospital de emergencias, donde falleció casi 72 horas después.
El chofer recibió una herida de bala en la cabeza por lo que fue trasladado en ambulancia hasta el hospital de emergencias, donde falleció casi 72 horas después.
Y al día siguiente, sábado 9, fue asesinado a tiros Bruno Bussanich, de 25 años, un empleado de la estación de servicio Puma ubicada en Mendoza al 7600 (barrio Belgrano Oeste).
Y como respuesta a esta saga, llegó a Rosario personal de distintas fuerzas federales, junto a vehículos de mediano y gran porte (camionetas, camiones, tanquetas, buques para patrullar las aguas del río Paraná y hasta 3 helicópteros).
Poco más de 30 días después de los 4 crímenes, y tras una larga saga de detenciones, se llevó a cabo una audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal por hechos violentos en Rosario, donde 5 adultos fueron acusados de homicidios, tentativas de asesinato y ataques intimidatorios. La saga de muertes fue ejecutada junto a varios menores de edad, identificados con las iniciales M. M., de 17 años; M. C. de 16; a menores no punibles: D. M. G. y C. N. T., ambos de 15 años, junto a otras personas aún no identificadas.
Bruno Bussanich, de 25 años, fue ejecutado a tiros en el interior del salón de ventas de una estación de servicio.
Según indicó en su momento el fiscal Patricio Saldutti, los 4 crímenes registrados en un lapso de 96 horas fueron “para causar conmoción pública” y que fueron cometidos por menores de edad. "En principio se pagaban entre 200 y 400 mil pesos por cada crimen", remarcó.
Asalto y muerte en Fisherton
Alrededor de las 8:45 AM del viernes 27 de septiembre, en inmediaciones de Ambrosetti y Benegas, de barrio Fisherton, al noroeste de Rosario, un empleado de la firma El Emporio de las Golosinas (ubicada en San José de Calasanz y Wilde) circulaba junto al policía Andrés Farías, de 41 años, en un utilitario Renault Kangoo rumbo a un banco ubicado sobre avenida Presidente Perón, para depositar $35 millones de pesos.
Según indicaron en su momento fuentes judiciales y policiales a este diario, el utilitario había salido de la planta de la empresa, tomó calle Wilde y dobló por Benegas. Menos de 50 metros después, y antes de llegar a Ambrosetti, fueron interceptados por al menos 3 personas que llegaron en un Ford Focus. Al menos dos se bajaron armadas, y con sus rostros cubiertos, y amenazaron a los ocupantes del Renault. Uno de los armados efectuó varios disparos contra el parabrisas delantero del utilitario, hacia el lado donde estaba sentado el policía, mientras que el otro se acercó por el lado del acompañante y también disparó en al menos dos ocasiones. El suboficial Farías recibió al menos dos impactos: uno en el pecho y otro en el cráneo, y quedó dentro del auto, gravemente herido. Mientras que el hombre que iba manejando el utilitario, que pertenece a la empresa de golosinas, salió corriendo y no fue atacado.
La escena del asalto a la agente en barrio Fisherton. Crédito: Marcelo Manera
Uno de los ladrones tomó un bolso que estaba en la parte posterior del Renault Kangoo, donde había una suma aproximada a los 35 millones de pesos en efectivo, que iban a ser depositados en un banco de la zona. Luego, los asaltantes se subieron al Ford Focus y se dieron a la fuga.
El violento episodio fue denunciado por vecinos al 911 y un rato más tarde llegó al lugar personal policial y médico. Una ambulancia del Sies trasladó al policía hasta el hospital de emergencias, donde quedó internado en el área de cuidados intensivos, en estado crítico.
Mientras que en el lugar donde quedó el utilitario, se recogieron al menos una docena de vainas servidas calibre 9 y 11.25 milímetros.
Minutos después se encontró un automóvil Ford Focus de color gris, que luego se confirmó fue el utilizado por los asaltantes para interceptar al utilitario, a menos de 300 metros, en inmediaciones de González Sabathié y González del Solar. Fuentes policiales indicaron que el Ford Focus tenía pedido de captura activo por robo.
Andrés Farías, padre de dos niñas, prestaba servicio en la subcomisaría ubicada en General Lagos, al norte del departamento Rosario y desde hacía más de una década realizaba tareas adicionales en El Emporio de las Golosinas. Estuvo internado en el hospital de emergencias Clemente Álvarez por múltiples heridas de arma de fuego en el tórax y el cráneo. Desde el hospital habían indicado que presentaba una lesión neurológica grave causada por el impacto de un proyectil en el cráneo que lesionó zonas importantes del cerebro, que provocaron pérdida de masa encefálica. Su deceso fue informado en las primeras horas de la tarde del jueves 3 de octubre. El uniformado era donante de órganos, por lo que intervino el Cudaio para realizar la ablación de órganos.
Por el asalto y crimen se llevaron a cabo varios allanamientos y detenciones. En total hay 10 personas imputadas, varias de ellas en prisión preventiva.
El final de Pillín
Sin lugar a dudas, otra de las muertes que marcó el año 2024 en Rosario fue la del líder de la barra brava del club Rosario Central, Andrés ‘Pillín’ Bracamonte, que fue ejecutado por sicarios a pocas cuadras del estadio Gigante de Arroyito, un rato después de la finalización del partido que Central jugó contra San Lorenzo. En ese ataque también murió el segundo al comando de la barra, Raúl ‘Rana’ Attardo.
A ‘Pillín’ lo estaban buscando. Eso se lee en redes sociales horas después del ataque a tiros registrado en la noche del sábado 9 de noviembre. Según fuentes judiciales y policiales, pasadas las 21:30, fue atacada una camioneta Chevrolet S10 de color blanco cuando estaba en inmediaciones de bulevar Avellaneda y Reconquista. Al volante iba Raúl Daniel Attardo, alias ‘Rana’ y en otro asiento delantero iba Andrés Alejandro Bracamonte, más conocido como ‘Pillín’.
Andrés “Pillín” Bracamonte.
En ese lugar fueron atacados por al menos dos personas que aparecieron caminando y casi sin aviso previo, comenzaron a disparar contra la camioneta. Sus dos ocupantes, Bracamonte, de 53 años, y Attardo, de 55, recibieron múltiples impactos y quedaron gravemente heridos.
Los atacantes se dieron a la fuga, en principio a pie, y se presume que luego se subieron a una o dos motos y se marcharon del lugar. A esa hora, casi no había circulación vehicular por el bulevar, ya que continuaba el operativo municipal y policial de desconcentración luego de finalizado el partido que Central jugó (y perdió) con San Lorenzo, y muchas personas iban caminando, algunas por el medio de la calle.
Luego del ataque a tiros, varios hinchas sacaron a ‘Pillín’ y a ‘Rana’ de la camioneta, los cargaron en otros vehículos y los llevaron hasta el hospital Provincial del Centenario, ubicado a menos de 2 kilómetros. Fueron ingresados en el sector de guardia, sin signos vitales y pese a las tareas del personal médico, a los pocos minutos se comunicó el deceso de ambos.
Por el doble crimen, por el momento no hay detenidos.
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