El caos se apoderó de la tarde de este sábado en el barrio porteño de Recoleta, precisamente donde el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires colocó el vallado para evitar la congregación frente al domicilio de Cristina Fernández de Kirchner.
La movilización a favor de Cristina Kirchner terminó con enfrentamientos entre la policía y militantes. Hubo heridos y detenidos.
El caos se apoderó de la tarde de este sábado en el barrio porteño de Recoleta, precisamente donde el Gobierno de la ciudad de Buenos Aires colocó el vallado para evitar la congregación frente al domicilio de Cristina Fernández de Kirchner.
Luego de una pacífica manifestación, un grupo de militantes decidió desmontar las vallas y en consecuencia, iniciar un enfrentamiento con la policía, con el objetivo de acercarse lo más posible al departamento de la vicepresidente.
Mientras un sector de los manifestantes pedía continuar con la calma, otro grupo continuó con el avance, a la par que los agentes policiales reprimían intentando mantener el operativo.
Autos destrozados, vía pública dañada y heridos fueron sólo una parte de lo que los manifestantes dejaron a su paso.
Otro de los puntos importantes del incidente de este sábado es la condición actual de los vecinos de Recoleta, que por diversos motivos, se vieron claramente afectados al no poder salir de sus hogares o continuar con su vida cotidiana.
Ya llegado el anochecer, el operativo se diluyó casi en su totalidad y los militantes se acercaron a la casa de Cristina, aún resguardada por un pequeño grupo de policías.