Lunes 18.7.2022
/Última actualización 19:27
El juez Jorge Patrizi ordenó que el cuidacoches detenido el pasado martes -por amenazar al personal de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia- quedara en prisión preventiva. Durante la audiencia, la defensa planteó que actuó bajo "emoción violenta" y el hombre declaró: "¿Cómo voy a reaccionar si me vienen a sacar lo único que tengo?".
La fiscal Lucila Nuzzo atribuyó a Ángel Fabián S. una serie de delitos cometidos durante la mañana y el mediodía del pasado martes 12 de julio. No fueron cuestionados por la defensora pública Sonia Bustos, quien señaló que el análisis del contexto de vulnerabilidad en el que se encuentra su representado "no justifica lo realizado, pero sí lo explica''.
Armado y violento
La mañana del segundo martes de julio un equipo perteneciente a la Secretaría de Niñez -acompañado por la policía- se presentó en el domicilio de barrio Santa Rosa de Lima donde convivían el trapito, su esposa y sus cinco hijos menores de edad. Fueron a cumplimentar la medida de protección excepcional emanada por el Tribunal Colegiado de Familia de feria, que se fundaba en "el grave riesgo para la integridad psicofísica de los niños".
La noticia no fue bien recibida por los padres, que no querían que se llevaran a sus hijos. Según lo imputado, fue entonces que Ángel S. se resistió, amenazó a los allí presentes con un cuchillo y luego se escapó del lugar, llevándose consigo a su hijo de 10 años.
Horas más tarde, pasado el mediodía, el trapito se presentó en la sede de la Secretaría de Niñez, ubicada en San Luis al 3156, e ingresó "violentamente hasta el sector donde trabajan los equipos". Allí amenazó de muerte a dos funcionarias y luego al resto de los presentes, manifestando "los voy a matar a todos" mientras exhibía el revólver que portaba en la cintura.
Fue detenido a una cuadra del lugar, y además del arma le secuestraron un cuchillo y dos barretas que llevaba en una mochila. También se encontró al menor, que fue reunido con sus hermanos.
La fiscal Nuzzo atribuyó al trapito la autoría de "amenazas coactivas, incumplimiento de mandato judicial y resistencia a la autoridad" por el primer hecho, y "amenazas coactivas y tenencia de arma de fuego de uso civil" por el segundo. Solicitó la prisión preventiva basándose en que la pena en expectativa tiene un mínimo de 5 años de prisión y argumentando que existe el riesgo de entorpecimiento probatorio.
Emoción violenta
La defensora pública asignada al caso, Sonia Bustos, rechazó la medida pretendida por la fiscalía y ofreció una serie de reglas de conducta. Realizó hincapié en el contexto en el que sucedieron los hechos: "Secretaría de Niñez es una institución que denota la ausencia de prácticas correspondientes, porque aun cuando va a ejecutar una medida debería hacerse previo citar a las personas para explicarles". Además, debería "munirse de los elementos para evitar estas situaciones para con las personas a las cuales se las va a privar, por las razones que sean, de ejercer los derechos sobre sus hijos''.
Aquí hay un "contexto de extrema vulnerabilidad. Hay niños vulnerables, pero también hay padres vulnerables. Mi asistido tiene escasísima instrucción. La aplicación de la sola medida habla de que están en extrema condición de exclusión. No se le puede pedir el comportamiento que se le exige al resto", manifestó la defensora, que aclaró que "esto no justifica ni valida lo realizado, pero sí lo explica".
De hecho, señaló que "estas son las situaciones que pueden generar estado de emoción violenta", sobre todo porque "no sabemos cómo fue el desempeño de las personas que debían realizar la medida, no sabemos qué les explicaron… desde un discurso burgués que quizá no pueden entender". "Muchas veces los profesionales, que sí hemos podido acceder a la educación, manejamos terminologías y discursos que desde la vulnerabilidad son inentendibles, y esta es la realidad".
Para Bustos se trata de una "atribución fría y fáctica basada únicamente en menciones. Aun así, claro que es reprochable, pero también es justificable" -léase que entra en las previsiones del Código-. Sucede "cuando una persona cree que se haya justificada para defender lo que considera es un derecho". "Ser padre no es solamente una obligación, también es un derecho. Quizá mal ejercido en condiciones de vulnerabilidad, de pobreza, mal ejercido cuando todos los días esta persona está recibiendo un 'no' por parte del Estado", resaltó.
"¿No sería muy escandaloso pretender llevar a juicio a un papá que fue contra una institución? Porque no fue contra las funcionarias, ni siquiera sabe quiénes son, fue enojado a reclamar que no le quitaran a sus hijos. ¿Cómo se opone un padre ante el poder del Estado?", cuestionó la defensora. Y en esa línea, aseguró que con una foto, la prohibición de acercarse al edificio y una custodia en la Secretaría alcanza.
"La investigación ya está terminada, no hay riesgos procesales" que requieran la prisión preventiva del imputado. "Esta persona lo que menos necesita es el encierro. Necesita que el Estado le provea condiciones dignas de poder sobrevivir y aceptar las normas", consideró Bustos, quien recalcó que el trapito no tiene antecedentes penales.
Prisión preventiva
Para el juez Jorge Patrizi "no hay un error en la causa de justificación, porque él sabía que había una autoridad que le estaba sacando a los niños, hay un conocimiento cierto. Que él crea que está mal, que tenga las justificaciones de por qué los niños estaban así… Creo que son circunstancias que tienen que ser explicadas en el ámbito correspondiente", pero no lo avalan a actuar de la manera en que lo hizo.
El magistrado acreditó la atribución delictiva realizada por la fiscalía, y sostuvo que el imputado "sabía que le iban a sacar los niños, no quería entender o no entendía cuáles eran los motivos. En dos ocasiones le explicaron, y en la segunda ocasión -incluso- hizo atributos de tener armas para dar cuenta de lo que podía hacer". "Eso no es lo que corresponde. Por más grave que sea la circunstancia, a nadie le gusta que le saquen los chicos, esa no es la manera de responder".
"Se crea que se tiene derecho o no, nunca podemos tomar la fuerza como una circunstancia de ejercicio legítimo de un derecho", explicó el juez. "Estamos muy acostumbrados, en una sociedad como esta, a que cada uno quiere imponerse por la fuerza, y eso no es lo que corresponde". Ante la disconformidad, se debe "buscar el camino adecuado".
Además, indicó que "la medida de protección excepcional es la última medida que adopta la Secretaría de Niñez", la cual es tomada después de mucho análisis y luego "es sometida a la decisión de la jurisdicción. Eso nos está indicando que estaba habilitada la medida, -aquí- no hay un error".
"Hay que tener en cuenta que la medida se está cumpliendo, y el personal de Secretaría continúan interviniendo. En tanto siga, la posibilidad de que el imputado vuelva a concurrir al lugar está presente", por lo que hay riesgos procesales concretos. El Dr. Patrizi ordenó la prisión preventiva del trapito y dispuso su traslado a otra dependencia policial -a pedido de la defensa-.
"Siempre luchamos por nuestros hijitos"
Ángel S. declaró durante la audiencia: "Fueron a sacarme los hijos, a explicarme cosas que yo no entendía -y- ni siquiera nos daban el motivo. La verdad que el rancho donde estamos es inhabitable, pero nosotros no vivimos ahí, nos lo prestaron y estábamos viendo dónde podíamos alquilar para tener a nuestros hijos mejor".
"Siempre luchamos por nuestros hijitos. Jamás le levanté la mano a mi mujer, jamás le pegué a mis hijos, siempre los amé con el alma. Y que vengan y me digan que me los van a sacar… ¿Por qué? Si yo hago tantos sacrificios por mis hijos. ¿Cómo voy a reaccionar si me vienen a sacar lo único que tengo?"
"Yo no iba a lastimar a nadie, lo único que quería era recuperar a mis hijos. Siempre me maltrataron de chico, mi papá me abandonó y yo jamás abandoné a mis hijos, jamás fui cobarde como mi papá".
"Me quemaron dos ranchos, está denunciado. ¿A dónde está esa gente? Caminan libres, y a mi me quieren encerrar porque en un momento de dolor intenté recuperar mis hijos. Yo me someto a lo que sea, a lo que me dicten. Pero encerrado no le sirvo de nada a mi mujer, ni a mis hijos".