El padre de un cadete de la Escuela Juan Vucetich denunció hoy que su hijo fue torturado por oficiales de esa institución, que lo mantuvieron 12 horas en una pileta a la intemperie, le clavaron agujas en las manos, lo golpearon y lo obligaron a recorrer cuatro kilómetros de rodillas.
A raíz de la denuncia que realizó públicamente hoy el padre de la víctima, Jorge Ferreira, pero que ya está radicada en una fiscalía de Berazategui, el jefe de la policía bonaerense, Juan José Paggi, dijo que Asuntos Internos del ministerio de Seguridad inició una investigación para establecer lo sucedido.
Paggi dijo, además, que personalmente se contactó con el cadete y que se solidarizó con la familia, al tiempo que envió a un equipo de psicólogos para que lo asistan.
El hecho ocurrió tres días después de que el cadete ingresara a estudiar para oficial de la Policía bonaerense a la Escuela Juan Vucetich, situada en el parque Pereyra Iraola, partido de Berazategui, cerca de la ciudad de La Plata.
Según relató el padre del cadete, su hijo de 19 años ingresó un lunes a las 7 de la mañana y el miércoles siguiente comenzaron las torturas y el hostigamiento.
Ferreira detalló que todo comenzó con una "maniobra" que le hicieron a su hijo; "quedó de imaginaria y tuvo que proceder a un supuesto intento de fuga de una persona y, cuando la redujo, era un oficial".
A partir de ese momento, detalló el denunciante, oficiales de la escuela "le empezaron a pegar palazos, le hincaron con agujas en la mano, lo tuvieron desde las 2 de la mañana hasta las 2 de la tarde dentro de una piscina sin poder hacer pie y le tiraban piedras para que las junte dentro del agua y las tire afuera".
Según Ferreira, su hijo estuvo en el agua hasta que lo sacaron "pura y exclusivamente porque el señor gobernador (bonaerense Daniel Scioli) se acercó a comer ahí, a la Vucetich".
"Lo retiran del agua semidesmayado y cuando se recupera lo siguen bailando porque no quiso firmar la baja", agregó el hombre.
Ferreira contó que luego fue obligado a ir y volver de rodillas hasta la puerta de la escuela cuatro veces, es decir unos cuatro kilómetros, cargando las valijas de unos compañeros y finalmente la suya, que se la arrojaron por la puerta a la calle.
Luego, lo echaron del establecimiento y lesionado de gravedad y casi desmayo, el cadete regresó a su casa donde fue asistido por sus padres y luego hospitalizado.
"No sé cómo llegó, primero se desvanece en la estación de trenes y pasa una señora que lo despierta, lo levanta y lo lleva a tomar el colectivo para que vuelva a casa", explicó el padre.
"Yo no lo mandé así, lo mandé entero, no sé por qué me lo mandan así", se lamentó Ferreira, quien recordó que su hijo estaba "muy contento" por haber ingresado a la escuela de policía y que, no obstante, "quiere volver porque desea trabajar".
El padre del cadete dijo que antes de ser echado de la escuela su hijo fue amenazado.
"Le dijeron que ya sabían dónde vivía y que lo iban a encontrar en la calle", aseguró el hombre, quien pidió que alguna autoridad de la Provincia se acerque a su hijo y le diga qué van a hacer.
Ferreira consideró que lo que le hicieron a su hijo "no es un baile. Esto es tortura" y detalló que el joven aún está "todo golpeado", con la manos heridas con "alfileres o agujas", con "golpes en la espalda, en las rodillas" y que sufrió un cuadro de "hipotermia".
Esta mañana, el jefe de la policía aseguró que ni bien supo lo ocurrido, por el padre del cadete, se acercó a la familia para solidarizarse y envió un equipo médico y de psicólogos para entrevistarse con el joven.
"Los médicos lo revisaron, también procedieron a la contención del joven e inmediatamente le dimos intervención a la Auditoría General de Asuntos Internos, que fue a su domicilio, procedió a hablar con el chico y tomarle la declaración y denuncia respectiva", agregó Paggi.
"Le dimos intervención para que sea este órgano paralelo el que investigue y no sea la propia policía", explicó.
El jefe policial dijo que "se trabaja en la Justicia y en tanto la auditoria evaluará las diferentes pruebas que se están tomando y realizando".
"No quiero que quede la más mínima duda de esta circunstancia: lo que ha hecho el jefe de policía es dar respuestas inmediatas tanto en asistencia medica y psicológica como en judicial", concluyó Paggi.
Télam