El noveno mes del año cerró con un descenso en las estadísticas de homicidios en el departamento Rosario, aunque la baja en los números nada importa para amigos y familiares de las víctimas a las que la ola de balas, violencia y muerte les arrebató un ser querido. Los sicarios, tiratiros, gatilleros con acento rosarino siguen mandando, dejando a un amplio sector del departamento más importante del sur provincial, con la cuna de la bandera a la cabeza, manchada de rojo escarlata…. rojo sangre.
En base a datos propios y al informe periódico del Observatorio de Seguridad Publica del Ministerio de Seguridad santafesino, en septiembre de 2023 se cometieron 16 asesinatos en el departamento Rosario, 14 en la ciudad cabecera y el restante en la zona rural de Coronel Bogado. Y en total, ya son 206 los crímenes en lo que va del año en el departamento más importante del sur provincial (26 en enero, 32 en febrero, 22 en marzo, 22 en abril, 32 en mayo, 14 en junio, 18 en julio, 24 en agosto y 16 en septiembre).
Mirá tambiénRosario: asesinaron de un piedrazo en la cabeza a una mujer A esta misma altura del año pasado, se habían contabilizado 23 homicidios en septiembre y un total de 222 en los primeros 273 días de 2023, alrededor de un 8% menos de los registrados en 2022, que fue el año más violento desde que se llevan registros en el departamento Rosario. ¿Se puede inferir que esos números son alentadores? No. Se debe esperar un poco más para poder hablar de una baja notoria en materia de inseguridad, por más que los tiempos de la política sean otros y mucho más urgentes y necesitados de resultados.
El último día del noveno mes del año terminó con una cachetada hacia esa necesidad de resultados, con la mujer de 32 años, asesinada luego de recibir un piedrazo en el cráneo, mientras iba en moto por una calle del macrocentro rosarino, con vestimenta del club Rosario Central, el día en el que se jugaba el clásico de fútbol ante su eterno rival, Newell’s, una hora después de finalizado el encuentro (que ganó Central).
Ivana Garcilazo fue la víctima fatal, que volvía de ver el partido en la cancha ubicada en barrio Arroyito. Regresaba a su hogar por el mismo camino que tomada luego de cada partido, pero no contó esta vez con que en su camino de retorno iba a toparse con simpatizantes de Newell’s, que en un irracional acto de violencia, la atacaron con piedras que juntaron de una obra a medio terminar desde hace meses, sobre calle Ovidio Lagos, casi Montevideo.
Mientras se esperan los resultados de la autopsia, que entre otras cosas determinará si la mujer murió por el piedrazo en el cráneo o el golpe de su cabeza sobre el pavimento, la policía rosarina detuvo a 3 personas, presuntamente vinculadas con el crimen.
La muerte del oficial
Septiembre tuvo homicidios en distintos barrios de Rosario, víctimas de diversas edades, desde adolescentes hasta adultos de más de 60 años. Los lugares donde ocurrieron los crímenes fueron los barrios Tiro Suizo, Saladillo, Roque Sáenz Peña y Tablada, en el sur rosarino; La Esperanza, Nuevo Alberdi y Unión, en el norte; Moderno, en el oeste; Stella Maris y Villa Fantasma, en el noroeste; Alvear, en el sudoeste y República de la Sexta y Nuestra Señora de Lourdes, en el centro. Además, hubo un asesinato en una finca rural de Coronel Bogado, al norte del departamento.
Pero uno de los que causó mayor conmoción fue el crimen de un oficial de policía, a plena luz del día, cuando estaba estacionando su auto en la puerta de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), su lugar de trabajo.
El crimen ocurrió en la tarde del jueves 14. Según se reveló en el marco de una audiencia imputativa contra las tres personas detenidas por el crimen del inspector César Eduardo Carmona, de 50 años, poco después de las 14:30, Agustín ‘Calamar’ Almirón y Fernando Cabrera comenzaron a seguir en un Citroën C3 de color rojo al inspector Carmona, quien iba a bordo de un Ford Fiesta Kinetic negro, desde la zona céntrica de Rosario. En tanto que una tercera persona, Alan Nahuel Aragón, iba en un VW Gol Trend de color gris.
El policía había salido de realizar tareas adicionales con una financiera ubicada en calle Italia al 700, con dirección a la sede de la AIC, ubicada en Lamadrid al 400, de barrio Saladillo, en la zona sur.
Casi media hora más tarde, a las 15:10, mientras Carmona estaba estacionando el Ford Fiesta sobre calle Lamadrid, casi esquina Salvá, apareció el Citroën C3, que era conducido por ‘Calamar ’Almirón, acompañado por Cabrera. Chocaron en forma intencional con la parte delantera del auto de Carmona, para evitar un probable escape. Luego bajaron y Almirón, que portaba un arma calibre 9 milímetros, fue hasta la puerta del conductor, la abrió y le apuntó a la cabeza. Y antes que el policía pudiera sacar su arma reglamentaria o defenderse de alguna manera, le efectuó varios disparos desde muy corta distancia. Cabrera, por su parte, rompió los vidrios de las puertas delantera y trasera del lado del acompañante para tomar una mochila que el inspector traía en el asiento delantero.
Cuando estaban escapando, Carmona logró bajar de su auto y en ese momento, Alarcón “continuó con los disparos, efectuando por lo menos diez detonaciones de arma de fuego, causando el deceso de la víctima”, señaló en su momento el fiscal del caso, Alejandro Ferlazzo.
Tras esto, los homicidas subieron al Citroën C3 y se dieron a la fuga por calle Lamadrid y luego por calle Leiva.
En calle Leiva, entre Hilarión de la Quintana y Sánchez de Bustamante, los esperaba Alan Aragón en un VW Gol Trend. En los dos autos, el trío se dirigió hacia el oeste por Sánchez de Bustamante y al llegar a la altura del 400 (entre Salvá y Leiva) Almirón y Cabrera bajaron del C3, con la mochila del policía, y se subieron al VW Gol Trend en la esquina de Bustamante y Salva.
Mirá tambiénRosario: asesinan a tiros a un adolescente en la zona surEn tanto, el inspector fue trasladado en un auto hasta el hospital Roque Sáenz Peña, ubicado a menos de un kilómetro, donde falleció a los pocos minutos de ingresar.
Para el fiscal hubo un plan criminal y premeditado, “que no podría haber ocurrido sin planificación por el grupo de acusados. Estos, individualizaron a la persona que se retiraba de la empresa financiera, y programaron el hecho de manera coordinada”, destacó Ferlazzo.
El funcionario judicial imputó a Agustín Alfredo Almirón y a Fernando Ariel Cabrera por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y por su conexión (criminis causa); robo calificado por uso de arma de fuego (víctima César Carmona); y portación ilegítima de arma de fuego de guerra, todo en concurso real entre sí en calidad de co-autores.
Y a Alan Nahuel Aragón lo imputó por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, calificado por el concurso premeditado de más de dos personas y por su conexión (criminis causa), en concurso real con el delito de robo calificado por uso de arma de fuego (víctima César Carmona), en calidad de partícipe primario.
El juez de primera instancia, Florentino Malaponte, tuvo por formalizada audiencia imputativa y dictó la prisión preventiva del trío por el plazo de ley (dos años).
El trío, todos de 22 años, había sido detenido en el marco de una serie de allanamientos realizados entre la noche del sábado 16 y la madrugada del domingo 17 por personal de las divisiones Inteligencia, Homicidios y Operativa de la Agencia de Investigación Criminal, junto al Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (GIRI).
El primero en caer fue Cabrera, quien fue detenido en el atardecer del sábado en una vivienda ubicada en inmediaciones de José Ingenieros al 8300, de barrio Stella Maris, a pocas cuadras del arroyo Ludueña. Además, en el lugar secuestraron pasamontañas, precintos, ropas y un teléfono celular que fue enviado a peritar.
La segunda detención fue la de Aragón, y se realizó poco antes de la 1 AM del domingo en la zona de Camilo Aldao al 3800, en barrio Moderno.
Mirá tambiénRosario: asesinaron a un policía en la puerta de la Agencia de Investigación Criminal Mientras que el tercero de los apresados fue Almirón, alias ‘Calamar’, en la zona de Piamonte al 2900, de barrio Puente Gallego, en el extremo sudoeste de Rosario.
El joven, hijo de un policía que fue detenido hace casi una década por haber ayudado a que un miembro de la banda Los Monos escapara del edificio de jefatura, tenía un pedido de captura activo emitido por la justicia de Pergamino, provincia de Buenos Aires, en el marco de la investigación del asesinato de Mauricio Cordara, chofer de un sindicalista perteneciente al gremio Uatre, cometido en noviembre de 2022 en Colón (Buenos Aires).
Cabe destacar que hasta el momento, la mochila que Carmona llevaba en su auto, que podría inferirse que era el objeto buscado por los homicidas que lo siguieron desde su salida de la financiera, hasta el momento no fue hallada.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.