"Se obtuvo mucha información" de las cámaras Gesell, "pero no es suficiente"
La fiscal Alejandra Del Río Ayala explicó por qué se tomaron un mes para entrevistar a las tres hijas de la mujer buscada y explicó su reparo en ventilar lo que contaron.
"Se obtuvo mucha información" de las cámaras Gesell, "pero no es suficiente"
Este lunes 5 de mayo, en coincidencia con el primer mes de ocurrida la desaparición de Mónica Aquino (29) en la ciudad de Santa Fe, se llevaron a cabo tres entrevistas en cámara Gesell que tuvieron como protagonistas a sus tres hijas mujeres y menores de edad. "Se obtuvo mucha información, pero no es suficiente para encontrarla", destacó la fiscal Alejandra Del Río Ayala.
La medida judicial que apunta a conocer qué pasó aquella madrugada de viernes con Aquino, pero también a cómo era la vida en el seno familiar, se llevó a cabo en los tribunales locales bajo la conducción de una psicóloga del Poder Judicial, con presencia del juez de la IPP y control de partes -fiscalía, querella y defensa-, pero cuyos resultados son reservados.
"Yo de las cámaras Gesell no voy a dar información", adelantó la representante de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas). "Primero porque es información que brindaron tres niñas, que por supuesto es bastante sensible, porque cuentan cuestiones propias de lo que pasaba en el interior de su hogar".
Preguntas clave
Sin entrar en detalles y evitando sobre-exponer a las menores, la fiscal dijo que "hablaron mucho de lo que era la convivencia" en la vivienda que compartían Mónica Aquino y sus cuatro hijos, con su pareja Hugo Pérez, el hermano de éste y la madre de ambos, en el barrio Varadero Sarsotti.
En cuanto a la técnica de entrevista empleada, la representante del MPA contó que "se buscó preguntar sobre las rutinas y obtener información puntual sobre cuándo la vieron por última vez, qué pasó ese día, qué pasó al otro día cuando se levantaron". En tal sentido, sostuvo que "fueron cámaras Gesell muy largas y a diferencia de otro tipo de entrevistas era muy importante hacerlas por única vez".
"Los chicos tienen un tiempo para poder contar lo malo que pasa al interior de sus hogares", dijo la fiscal de la Unidad Gefas. Crédito: Guillermo Di Salvatore.
Por ello, para que las entrevistas no fueran en vano, "se esperó el tiempo que consideramos prudencial como para que ellas puedan habituarse a su nueva vida y el cambio que implicó estar en otra casa", sin su madre y "con personas con las que no estaban habituadas a estar, porque por más de que sea la abuela y que existiera un vínculo afectivo muy grande todos sabemos que Mónica tenía los lazos cortados con su familia materna".
Por último, reconoció que "todo este conjunto de cosas hizo que las entrevistas en cámara Gesell -que hubiera sido bueno tomarlas más al inicio de la investigación-, se tuvieran que dilatar pensando en los tiempos subjetivos de estas niñas y que además fuera algo fructífero, porque los chicos tienen un tiempo para poder contar lo malo que pasa al interior de sus hogares. Se obtuvo mucha información, pero no es suficiente para encontrarla".