Juliano Salierno
jsalierno@ellitoral.com
El ministro Pullaro afirmó que “hay diferentes hipótesis y la más fuerte no apunta a eso”, en referencia a las denuncias por complicidad policial con el narcotráfico que realizó la víctima.
Juliano Salierno
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La muerte violenta del policía Pablo Cejas ocurrida anoche en barrio Yapeyú tuvo inmediata respuesta institucional esta mañana, cuando las autoridades del Ministerio de Seguridad de la provincia salieron a aclarar que no se trataría de un crimen mafioso, relacionado con las denuncias que el fallecido realizó tiempo atrás, sobre los vínculos de la fuerza con el narcotráfico.
“Nunca en una investigación preliminar y de estas características se descarta nada. Simplemente decimos que hay diferentes hipótesis y la hipótesis más fuerte no apunta a eso”, contestó el ministro Maximiliano Pullaro ante la pregunta por su descartan una relación directa con las denuncias.
El ministro recibió a la prensa esta mañana en su despacho de calle Primera Junta 2823 de la capital, donde tras admitir “la conmoción de un hecho de estas características”, puso de resalto la labor desarrollada por la cartera en cuanto a la protección brindada al policía desde que asumieron el cargo.
Protección a testigo
“Indudablemente nosotros estuvimos en contacto con él, porque estaba dentro del Programa de Protección de Testigos y Víctimas Vulnerables”, reconoció el funcionario, que prefirió no ahondar en “detalles puntuales que le corresponde al fiscal de la causa”.
Una vez más reafirmó que “es un hecho de trascendencia social, por la víctima y por las denuncias que hizo en 2013, 2014 y 2015, hechos de público conocimiento que se llevaron adelante el año pasado”. En tal sentido Pullaro sostuvo que “durante el gobierno del ingeniero Lifschitz y mi gestión como ministro hubo reuniones con Pablo Cejas donde nos ha expresado y manifestó (no hizo una denuncia particular como en los años anteriores) que tenía traslados arbitrarios”, en el contexto de la Unidad Regional Uno.
En funciones
Por su parte, el subsecretario de Investigación Criminal y Policías Especiales de la provincia, Rolando Galfrascoli, brindó datos objetivos de lo que fueron las últimas horas de la víctima.
Pablo Cejas “estaba en actividad” y se desempeñaba “en el D-3 Departamento de Operaciones Policiales de la Jefatura de Provincia”. Su reincorporación a la fuerza, luego del último episodio en que le fue puesto en disponibilidad el año pasado (se amotinó en un comercio de la rotonda de la costanera), “se produjo en marzo”. “Un informe psicológico de un médico privado” hizo que solicitara “la revisión de su situación de disponibilidad y carpeta médica” y fue reincorporado.
No obstante aclaró que “en horas de la noche de ayer, donde se produce la muerte de él no se encontraba en tareas”, sino que “estaba en sus cosas sociales habituales”.
Galfrascoli se refirió también al programa de protección a testigos del que era parte “con un dispositivo de guardias pasivas”. En ese contexto, las autoridades comunicaron que “a las 21 hs. se hizo la última comunicación telefónica con la guardia pasiva” y “Cejas reportó que estaba todo bajo normalidad”.
Con el arma
A propósito del arma reglamentaria, el subsecretario de Investigación Criminal abona la sospecha de que “podía estar con el arma”, es más “es muy probable que haya estado con su arma y es una de las cosas que se está buscando”, afirmó.
Lo mismo que el ministro Pullaro, para Galfrascoli la muerte de Cejas no se relaciona con un crimen mafioso por sus denuncias.
Consultado sobre qué estaba haciendo en Yapeyú, el funcionario respondió que “nosotros creemos saber lo que estaba haciendo” y aunque no dio detalles dijo que “creemos que es una situación personal”.
En cuanto a las denuncias que hizo el policía ahora fallecido, Galfrascoli agregó que “tanto las que se investigaron en la anterior gestión (Bonfatti) como en la actual por orden de los dos ministros que intervinieron y del MPA, no arrojaron ningún tipo de resultado que nos indique que esta situación que ha vivido haya tenido que ver con las denuncias. Me atrevo además a opinar que no tienen nada que ver”.