El espíritu emprendedor de Rodrigo Fernández, un jovencito de 17 años, se vio nuevamente puesto a prueba este fin de semana cuando sufrió el robo de sus herramientas de trabajo en su propia barbería, ubicada en el barrio Santa Rosa de Lima.
Tras violentar la puerta de su local se llevaron casi todas sus herramientas de trabajo. Testigos señalan a una mujer como la autora del robo.
El espíritu emprendedor de Rodrigo Fernández, un jovencito de 17 años, se vio nuevamente puesto a prueba este fin de semana cuando sufrió el robo de sus herramientas de trabajo en su propia barbería, ubicada en el barrio Santa Rosa de Lima.
Con un coraje admirable para su corta edad, Rodrigo decidió instalar su propia peluquería cuando tenía apenas 13 años. Claro que para eso contó con el apoyo incondicional de su familia. Pero además de dedicarse a su proyecto personal , el joven es solidario y comparte sus conocimientos enseñando a otros vecinos del barrio a cortar el cabello e incluso cortando gratis a muchos niños.
"Este domingo a la tarde me entraron a robar en mi peluquería ubicada en pasaje Liniers 4500.. Justo se me dio por ir a mi local y encontré que la puerta estaba abierta. Habían violentado la cerradura. Entré y estaba todo tirado", relató Rodrigo en diálogo con El Litoral.
"Los vecinos me dijeron que vieron salir a una mujer con una bolso. En la esquina la estaba esperando su esposo. Me dijeron que ayer la policía la detuvo porque la encontró robando en otro lugar. Ojalá pueda recuperar alguna de mis cosas", comentó esperanzado.
Respecto a los elementos robados enumeró: "me llevaron una máquina de corte; dos rasuradoras philips, una patillera, un espejo de mano, los productos para teñir el pelo; también una remera y un short, y una cartera con documentación y maquillaje. También 3 tijeras y un bolso de mano con elementos de trabajo".
En cuanto al perjuicio económico sufrido el joven estimó que ronda el millón de pesos. "Ahora me estoy fijando los precios y todo está muy elevado. La verdad es que me espera una tarea difícil para reponer las cosas", dijo.
A pesar del golpe económico, Rodrigo no se deja vencer: "Ahora voy a arrancar con unas tijeras viejas que me quedaron. Voy a trabajar con lo que pueda, hasta que logre juntar plata para comprarme de nuevo las cosas".
Mientras tanto el peluquero mantiene su espíritu solidario y su deseo de ayudar a los demás. "Siempre que puedo hago cortes a beneficio o doy algún curso. Me gusta ayudar a la gente. A veces veo que los chicos van con el pelo largo a la escuela. Me importa más ayudar a la gente que sacar beneficio con dinero", destacó.