En las últimas horas personal policial detuvo a dos hombres sospechados de haber tenido activa participación en el cruento asalto que terminó con la vida del empresario turístico Hugo Oldani la tarde del 11 de febrero del corriente.
Uno es un relacionista público de la noche santafesina y el otro un hombre ligado al rubro farmacéutico. Un arrepentido los apuntó como "organizador" y "reclutador", respectivamente. También se secuestró otro vehículo.
En las últimas horas personal policial detuvo a dos hombres sospechados de haber tenido activa participación en el cruento asalto que terminó con la vida del empresario turístico Hugo Oldani la tarde del 11 de febrero del corriente.
Los investigadores también secuestraron otro vehículo que fue utilizado en la planificación y ejecución del atraco.
De los recientes apresados se supo que uno es un joven relacionado a boliches bailables (un "hombre de la noche", según lo definieron algunas fuentes) y el otro es un empresario vinculado al rubro farmacéutico.
Sus capturas se produjeron tras la revelación que hizo un preso "arrepentido" que aseguró que los implicados participaron en el hecho criminal como reclutador y organizador, respectivamente.
Conviene recordar que la causa por este cruento asalto seguido de muerte ya cuenta con cuatro personas detenidas. Ellos son Cristian Bruno Figueroa: el que efectuó los disparos que terminaron con la vida de Oldani; Juan Manuel Rufino, quien manejó el Toyota Corolla blanco y trasladó a la banda; Brian Nahuel Damini, quien ofició de "campana" en la puerta de la galería y una joven que cuando ocurrió el hecho era menor de edad. Por entonces tenía 17 años motivo por el cual quedó a disposición del Juzgado de Menores.
Por su parte el fiscal Gonzalo Iglesias confirmó esta mañana las dos nuevas detenciones y aseguró que hay "suficientes elementos como para probar su vinculación de modo muy concreto a este andamiaje que significó la muerte de Oldani".
El funcionario del MPA también confirmó el secuestro de otro vehículo (además del ya mencionado Toyota Corolla).
Hugo Oldani fue asesinado de un balazo calibre 9mm que le ingresó a la altura del abdomen y lo atravesó ocasionando daños irreversibles en tejidos y órganos.
El hecho ocurrió la tarde del martes 11 de febrero, dentro de los locales 29 y 30 de la galería Rivadavia, que tiene uno de sus ingresos por calle La Rioja 2441, en el microcentro santafesino. El asalto a la empresa Oldani Turismo se extendió hasta el hall de la galería y quedó registrado por las cámaras de seguridad, cuya difusión tuvo amplia repercusión pública, puesto que se ve el momento en que el hombre de 66 años ya herido, intenta retener en vano a los asaltantes.
El primer llamado al 911 está registrado a las 17.51 de ese martes y lo hicieron desde un comercio vecino, donde además vieron salir corriendo a los delincuentes, que subieron a un Toyota Corolla blanco con vidrios polarizados que estaba estacionado frente a las oficinas de Aguas Santafesinas -por La Rioja- y doblaron hacia el sur por 25 de Mayo, cuando el semáforo estaba todavía en rojo.
De los relojes de las cámaras de seguridad que forman parte de la investigación -al menos 5 diferentes- se deduce que la pareja que ingresó a la oficina de Hugo Oldani descendió del auto Toyota Corolla en la esquina de Rivadavia y La Rioja y que un tercer miembro de la banda iba detrás para hacer de campana.
Entraron a la galería alrededor de las 17.40 del 11 de febrero y según diferentes cálculos, estuvieron unos 5 o 6 minutos en el local. Una cámara muestra el forcejeo por el bolso, lo que acredita la hipótesis del robo.
Además, durante la audiencia de prisión preventiva, se ventiló que el informe de médico forense determinó que el "disparo fue del tipo 'muy cercano al cuerpo'" de arriba hacia abajo, de izquierda a derecha y de adelante hacia atrás; y se secuestró un plomo y una vaina servida de calibre 9 mm en el lugar.
También se dijo que en la requisa del auto, se secuestraron varios teléfonos celulares, un sobre con chips, dos pendrive, handys y que la prueba de luminol determinó la presencia de sangre en el asiento del acompañante y el trasero, que será cotejado con las muestras de ADN de la víctima.
En la casa de Ruffino, también fueron hallados cartuchos de 9 mm y de Winchester, dentro de un zapato que estaba en una caja arriba de un ropero. Del procedimiento surgió un dato llamativo y fue dicho al pasar por la madre del sospechoso, quien aseguró a los policías que el Corolla no tenía nafta y no se había movido de allí en todo el día martes, lo cual "es un dato llamativo y mendaz", dijo en su momento la fiscal Ferraro.