El Litoral | sucesos@ellitoral.com
Tiene 21 años y está acusado de provocar un incendio en el que perdió la vida una mujer y sus tres hijos terminaron hospitalizados.
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Carla Vanesa Rivas tenía 35 años cuando murió quemada en su propia casa, en su pieza, durante la siesta del 1° de diciembre del año pasado. En la vivienda también estaban sus tres hijos, cuyas vidas fueron salvadas por vecinos que arriesgaron las suyas y rompieron dos puertas para rescatarlos. Algunos testimonios apuntaron en ese momento a que las llamas habían sido provocadas por un sujeto que irrumpió violentamente en el inmueble. La hipótesis de “atentado” fue respaldada por los peritajes realizados por personal de la Agrupación de Bomberos Zapadores de la URI en la escena del crimen, en barrio Chalet, más precisamente en la cuadra de Santiago de Chile al 900.
En absoluto hermetismo, encabezada por la fiscal Ana Laura Gioria y desplegada por personal de la PDI, la investigación del caso avanzó y se dirigió a un sospechoso de 21 años que fue detenido este lunes por la noche en calle Zabalía al 300, en barrio Centenario.
Desde el Ministerio Público de la Acusación se informó que la audiencia imputativa se va a desarrollar este miércoles al mediodía. El arrestado es un antiguo vecino de la víctima, que está acusado de ser el autor del hecho.
Atentado
El incidente que se investiga tuvo lugar en una precaria vivienda de calle Santiago de Chile al 900, en barrio Chalet, en el extremo suroeste de la ciudad de Santa Fe.
Allí vivía Carla Rivas con sus tres hijos, de 20, 18 y 12 años. En el momento del ataque estaban los cuatro adentro. Según trascendió, el asesino entró violentamente en horas de la siesta y sorprendió a los moradores. Primero agredió a la mujer, luego roció todo el lugar con nafta o alguna otra sustancia inflamable y finalmente prendió fuego, antes de escapar. La dueña de casa quedó atrapada en una habitación. Sus hijos, en el comedor.
Estremecedor
Un grupo de vecinos no dudó en tratar de socorrer a las víctimas. Uno de ellos, un obrero llamado Sebastián, recordó ese momento: “Me fui hasta allá con mi sobrino. Cuando escuché los gritos rompí la puerta del pasillo y nos metimos al patio trasero. Un chico pedía ayuda. Nos costó romper la puerta de atrás, que estaba con llave, pero lo pudimos hacer con un palo grande que encontramos. Entonces salió el pibe, estaba todo quemado, la espalda, los brazos, el pelo. Era uno de los mayores. Los otros dos ya habían salido por adelante. Estaban sentados en la vereda y lloraban, gritaban porque la mamá se quemaba. El más grande dijo ‘mi mamá está adentro, alguien entró y tiró una botella con nafta’. Lamento no haber podido llegar a tiempo para sacar a la mujer. Cuando llegué ya estaba todo prendido fuego”.
Trascendió que el detenido este lunes es un antiguo vecino de las víctimas. Aparentemente, entre ellos había problemas de convivencia que fueron creciendo hasta detonar en el trágico episodio.