Danilo Chiapello
El sujeto de 41 años fue aprehendido por personal de la Sección Inteligencia de la PDI.
Danilo Chiapello
Personal de la Sección Inteligencia de la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo este lunes por la tarde a un hombre que estaría seriamente comprometido con la desaparición de Estela Ríos, de 52 años, y su esposo Benito Sosa, de 65, quienes el pasado 19 de diciembre salieron a pescar y nunca más volvieron.
El sospechoso, de 41 años (sus iniciales son D.V.), es el mismo sujeto que desde un primer momento estuvo en la mira de este caso, pero que tras dar sus explicaciones a la justicia quedó en libertad.
Las sospechas sobre D.V. surgieron cuando horas después de la desaparición del matrimonio, se alejó de la zona de Arroyo Leyes alegando que iba a visitar a un familiar en Córdoba. Sin embargo, poco después personal policial lo aprehendió a bordo de un colectivo de larga distancia que fue interceptado en Reconquista y que tenía como destino la ciudad de Resistencia (Chaco).
En esa oportunidad, tras ser llevado a fiscalía y prestar declaración, el hombre quedó libre.
No obstante, la pesquisa continuó y esta tarde, alrededor de las 15, la Sección Inteligencia de PDI, con autorización del fiscal Omar De Pedro, procedió a la detención de D.V. en barrio Los Troncos. La captura se hizo efectiva en Gorriti y Fray Santa María de Oro, en el extremo oeste de Gorriti casi en su intersección con la zona de reservorios.
El hombre fue trasladado a sede policial donde quedó a disposición del fiscal De Pedro.
Casi tres meses desaparecidos
El último rastro de Benito y Estela se perdió la mañana del martes 19 de diciembre pasado. Aquella jornada, minutos después de las 8, ambos compraron carnadas debajo del Puente de Hierro y salieron para realizar una de sus habituales incursiones de pesca en aguas del arroyo El Potrero (en jurisdicción de Arroyo Leyes). Esto fue lo último que se supo de ellos.
Fue un sobrino de los nombrados quien encendió las luces de alerta cuando advirtió que sus tíos no habían regresado. La alarma era más que justificada por cuanto los esposos siempre regresaban mucho antes del anochecer.
A partir de la denuncia se comenzó un rastrillaje y, un par de días después, personal de Buzos Tácticos de la Policía de la Provincia, halló la lancha de color blanco, con vivos amarillos en sus bordes, perteneciente al matrimonio. La embarcación se encontraba sumergida y estaba a unos 50 metros de lugar donde fueron hallados algunos implementos de pesca y otros objetos del matrimonio.
Atentos a este episodio se intensificaron los trabajos de búsqueda en ese sector, pero hasta ahora los resultados fueron negativos.