Jueves 20.5.2021
/Última actualización 13:37
La disputa por un inmueble llevó a que un hombre fuera condenado este miércoles, luego de que amenazara de muerte, prendiera fuego muebles y le disparara en la pierna a quien supuestamente usurpó una de sus propiedades, ubicada sobre Castelli al 1000, en Santo Tomé.
El fiscal de la Unidad de Homicidios Andrés Marchi y el abogado particular Martín Risso Patrón presentaron conjuntamente el acuerdo de procedimiento abreviado en el cual Francisco Darío Chetta (39) aceptó la pena de 4 años de prisión efectiva. El juez Leandro Lazzarini presidió la audiencia realizada este miércoles por la mañana, en la que el imputado se responsabilizó por los delitos endilgados: "lesiones graves dolosas", varios hechos de "amenazas", "incendio" y "violación de domicilio".
La noche del domingo 26 de agosto de 2018 el acusado persiguió a quien fuera su amigo y le disparó en la pierna, dando inicio a un raid delictivo que se extendería por 48 horas más. El motivo, un inmueble que Chetta le habría prestado temporariamente a la víctima, que se rehusó a mudarse cuando se lo pidió.
Eran las 21.30 del domingo en cuestión cuando, a bordo de una motocicleta que era conducida por alguien más, Chetta abordó a la víctima que andaba en bicicleta por inmediaciones de República de Chile y Castelli, de Santo Tomé. El agresor llevaba un arma con la que comenzó a realizar disparos, provocando que el ciclista perdiera el equilibrio y terminara en el suelo.
Tras detener su marcha, se acercó y anunció "esto es por la casa" previo a disparar una vez más, lesionando al hombre a la altura de la rodilla. Accionó el arma de nuevo, esta vez apuntando al pecho, pero el proyectil terminó en la muñeca de la víctima cuando esta intentó cubrirse con su brazo izquierdo. El agresor y su acompañante se retiraron rápidamente del lugar, pero el primero reaparecería unas horas más tarde por esa zona.
Eran las 5 de la mañana cuando el imputado se presentó en el disputado inmueble de calle Castelli al 1000, donde por entonces habitaban la víctima y su pareja. Allí, generó un foco ígneo luego de tirar un líquido combustible sobre un colchón de dos plazas. El fuego consumió la cama, una puerta, un ropero y dañó una motoguadaña, pero no llegó a causar más estragos gracias al trabajo de los Bomberos Zapadores.
Ese mediodía, Chetta regresó al lugar y agarró a patadas el tejido que rodea la vivienda, para luego comenzar a sacar los postes que lo sostenían. Cuando la mujer que habitaba allí salió a ver qué sucedía, él comenzó a gritar: "¡Esto es mío, te tenés que ir!". Además le ofreció irónicamente hacerse cargo del flete, y reponer los objetos que le había quemado apenas unas horas atrás.
"Vos no sabés lo que te va a pasar si me denuncias con la policía. Ya le pegué a tu marido anoche, no me cuesta nada venir a matarte", la amenazó mientras se levantaba el buzo y mostraba el arma de fuego que llevaba en la cintura.
La mujer se retiró de la casa, y Chetta aprovechó para ingresar. Cuando una vecina se lo encontró en el inmueble, escondido, volvió a exhibir el arma mientras le decía "que se quede tranquila". Minutos después, se retiró del lugar cuando un masculino, vestido de policía, lo pasó a buscar.
Al otro día, el martes 28, minutos antes del mediodía, el pretendido dueño se comunicó por whatsapp con el hombre al que le había disparado dos noches atrás. En un mensaje de audio, lo amenazó de muerte advirtiéndole que "si batiste a la cana, vas a ver lo que te va a pasar a vos y a quien quiera". Esa noche, también se trasladó hasta la casa de un vecino, a los gritos de: "¡Si la gorra me dice que me denunciaste te pego un tiro, te mato!".
El juicio abreviado presentado este miércoles comprendía la declaración de reincidencia, ya que esta no es la primera condena para Chetta. En 2013 fue sentenciado a 5 años de prisión como autor del delito de "robo doblemente agravado, por el uso de arma y por ser en poblado y en banda". El juez Lazzarini resolvió en audiencia, condenándolo a los 4 años de prisión acordados.