Se volvieron a producir en la localidad bonaerense de Rojas incidentes durante una marcha por el crimen Úrsula Bahillo, la joven de 18 años que fue asesinada a puñaladas en un campo ubicado en el paraje rural Guido Spano.
Cinco adultos y cuatro menores de edad fueron aprehendidos por los disturbios y resistencia a la autoridad durante una manifestación por el crimen de la adolescente asesinada por su ex novio policía, Matías Ezequiel Martínez.
Se volvieron a producir en la localidad bonaerense de Rojas incidentes durante una marcha por el crimen Úrsula Bahillo, la joven de 18 años que fue asesinada a puñaladas en un campo ubicado en el paraje rural Guido Spano.
Cuando la movilización parecía que iba a concluir de manera pacífica, minutos después de las 20 un grupo de vecinos que se habían reunido para pedir justicia por el femicidio empezó a perseguir y golpear a dos hombres que habían increpado a los manifestantes.
Por el momento se desconoce los motivos que generaron los disturbios. Los dos hombres se acercaron hasta la convocatoria y comenzaron un entredicho con las personas que todavía permanecían en la marcha que inició a las 17. El diálogo fue elevándose de tono y hubo insultos cruzados. La situación luego fue creciendo hasta que empezaron los piedrazos. Decenas de manifestantes corrieron a los dos hombres y tras unos 300 metros alcanzaron a uno de ellos. Allí lo golpearon y mantuvieron acorralado. Todo sucedió a cuatro cuadras de la comisaría local.
En medio de ánimos caldeados, uno de los manifestantes intercedió para pedir calma. “Esperen, lo van a matar si no. No vale la pena, no perdamos tiempo en esto, estamos con algo más importante”, dijo el vecino ante el enojo de otros que querían continuar la golpiza. “Esta gente es la basura de Rojas, ya tuvieron problemas antes. Y ahora vinieron a hacer quilombo”, sostuvo el vecino que evitó que la situación pasara a mayores.
Esta tarde, allegados a Úrsula y vecinos de la localidad volvieron a movilizarse para pedir justicia por el femicidio. La convocatoria se realizó por las redes sociales y con el hashtag #JusticiaPorUrsula. Comenzó desde las 17 frente a la Plaza San Martín y continuó en las puertas de la comisaría local. Allí mismo se habían producido disturbios en la noche del lunes y las primeras horas del martes.
Manifestantes y efectivos policiales se enfrentaron a piedrazos y balas de goma. En medio de ello, una camioneta policial Toyota Hilux que estaba estacionada frente a un colegio fue incendiada y empujada contra el edificio policial. También hubo marchas y protestas frente a los domicilios de dos fiscales y de un juez de paz. En total, cinco adultos y cuatro menores de edad fueron aprehendidos por los disturbios y resistencia a la autoridad. A todos los liberaron horas mas tarde.
Parte de los incidentes quedaron registrados en videos que se viralizaron en las redes sociales. En uno de ellos se ve cómo una amiga Úrsula, llamada Nerina, recibió un balazo de goma en el rostro mientras protestaba frente a los agentes que estaban custodiando la dependencia policial. La joven agredida no perdió el ojo izquierdo de milagro. “Me pegaron el tiro y después me trasladaron a urgencia. Tuve suerte. La saqué barata, cinco centímetros más y me sacaban el ojo”, contó esta tarde a TN y aseguró que se encuentra en buen estado de salud.
Durante esta tarde, en la ciudad de Rojas estuvo presente el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien viajó hasta allí para reunirse con los familiares de la víctima. El funcionario fue recibido por la madre de Úrsula, Patricia Nassutti. “Ella quería hablar conmigo y era mi obligación venir para compartir algunos cuestionamientos y aclarar sus dudas. Todo lo que se habló es en términos privados. El resto de los acontecimientos son públicos”, indicó Berni a la salida.
Por el femicidio de Úrsula está detenido el oficial de policía Matías Ezequiel Martínez (25), acusado de “homicidio calificado por violencia de género” (femicidio), delito que prevé prisión perpetua. La causa quedó a cargo del fiscal Sergio Terrón, titular de la UFI 5 del Departamento Judicial de Junín.
El propio Martínez llamó por teléfono a su tío para contarle que se había “mandado una macana”. Tras comentarle que se encontraba cerca de una escuela en el paraje rural Guido Spano, a pocos kilómetros de la localidad bonaerense de Rojas, el hombre se dirigió hasta allí y se encontró con el cadáver de la chica. Y dentro del vehículo, los investigadores encontraron un cuchillo de gran porte con manchas de sangre.
Con el correr de las horas, se conoció que Martínez ya contaba con varias denuncias por violencia de género. En relación a ello, las amigas de Úrsula decidieron publicar en las redes sociales algunos de los mensajes en los que la propia víctima relataba cómo era golpeada y amenazada por su ex pareja. Incluso la misma Úrsula también se había referido al calvario que vivía en redes sociales. “Nunca creí estar denunciando a alguien por violencia de género. Quiero ser la última”, fue uno de sus últimos mensajes.
Por otra parte, también se conoció que Martínez, quien cumplía funciones en un destacamento de San Nicolás, estaba con carpeta psiquiátrica desde septiembre pasado, por lo cual había sido apartado de su cargo. En ese sentido, Berni dijo que se comprometió con la madre “a hacer todo lo que tengamos que hacer” para que la defensa de Martínez no pueda utilizar esta situación en búsqueda de la inimputabilidad.