Una pareja de delincuentes concretó un certero atraco en una tradicional joyería del centro santafesino donde, tras encañonar y maniatara a su propietaria, sustrajeron mercaderías y se dieron al fuga.
Una pareja encañonó a la propietaria que también fue maniatada. Tras embolsar gran cantidad de artículos se dieron a la fuga.
Una pareja de delincuentes concretó un certero atraco en una tradicional joyería del centro santafesino donde, tras encañonar y maniatara a su propietaria, sustrajeron mercaderías y se dieron al fuga.
Todo comenzó poco antes del mediodía cuando un hombre y una mujer ingresaron al local de la joyería Rossenberg, en Mendoza 2500, esto es, a metros de la peatonal San Martín.
De los recién llegados se supo que el hombre tiene unos 40 años, estatura mediana y pelo largo el que estaba acompañado por una mujer entrada en kilos, según describió Marta, la dueña del comercio a El Litoral.
En principio la pareja hizo el "acting" simulando ser clientes y preguntaron el precio de unos artículos. Luego dijeron que iban a ir hasta un cajero para retirar algo de dinero.
Pero nada de eso ocurrió. Segundos después el hombre sacó de un bolso un arma de fuego con la que apuntó a la cabeza de la joyera. Acto seguido bajó el arma y la apoyó en la cintura de la mujer a quien le ordenó: ¡Quedate tranquila y andá para atrás que no te va a pasar nada!"
En simultáneo la mujer que acompañaba al ladrón sacó una bolsa y comenzó a sacar distintas joyas que estaban exhibidas en los mostradores.
Cerca de 10 minutos fue el tiempo que les demandó a los delincuentes hacerse del botín.
Antes de darse a la fuga los malvivientes maniataron con unos cables a la propietaria del comercio, a quien también le colocaron un pañuelo en la boca a modo de mordaza.
Por último, y como una burla, los delincuentes le reiteraron a la mujer: "viste que no te iba a pasar nada", para finalmente escapar con rumbo incierto.