Los investigadores del femicidio seguido de suicidio ocurrido el viernes en el barrio porteño de Colegiales creen que una grave enfermedad que padecía la mujer y una estafa con un “cuento del tío” en el que el matrimonio perdió una importante suma de dinero, pudieron haber sido los motivos por los cuales el militar retirado asesinó a su esposa y se pegó un tiro en la boca.
Fuentes de la investigación revelaron hoy a Télam que el fiscal a cargo de la causa, Santiago Vismara, recibió el informe de los primeros resultados periciales que confirmaron la hipótesis inicial de que Bernardo Ángel Viglierchio (83) asesinó de un tiro a su esposa Ana María Uria (83) y luego se mató de un disparo con la misma arma, el viernes pasado en departamento 3ro. B de un edificio ubicado en Ciudad de la Paz 1447.
El titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 2 ya cuenta con los resultados del peritaje del “dermotest” que concluyó que el único que presentaba residuos de la deflagración de disparos en una de sus manos era Viglierchio, quien era capitán de fragata retirado de la Armada y veterano de la Guerra de Malvinas.
Según las fuentes, las autopsias confirmaron que Uria presentaba un único balazo en el pecho, a la altura del esternón, y que el militar retirado también murió de un solo disparo en la boca.
“Primero le pegó un tiro a la mujer y después se acostó, se puso el caño en la boca y se mató. Creemos que esa fue la secuencia”, dijo a Télam uno de los investigadores, que además relevó que el arma empleada es un revólver calibre .38 que era propiedad de Viglierchio y que fue hallada sobre su pecho.
En una primera manifestación informal realizada a la Policía, el hijo reconoció que sus padres estaban “deprimidos”, por lo que no se descartaba en el marco de la pesquisa que se haya tratado de un pacto suicida.
En los últimos días y con la declaración de algunos testigos, el fiscal pudo individualizar dos posibles motivos.
Tenés que leerSe registraron 155 femicidios y 9 transfemicidios en los primeros seis meses del año“Hace tres semanas fueron víctimas de una estafa, de un ‘cuento del tío’ en el que entregaron una importante suma de dinero y eso los había afectado muchísimo, sobre todo a él. Pero además, el hombre estaba muy preocupado y angustiado por una enfermedad que tenía la señora. Creemos que ese combo pudo ser el desencadenante de todo”, dijo a Télam una fuente de la investigación.
El hecho se descubrió el viernes pasado por la mañana cuando al inmueble de la calle Ciudad de la Paz llegó una cuidadora y como nadie la atendió ni le abrió la puerta llamó al hijo de la pareja, de 45 años, quien se acercó con unas llaves.
El hombre encontró a sus padres heridos de arma de fuego y con bajos signos vitales, por lo que llamó al 911 y personal policial de la comisaría vecinal 13C y una ambulancia del Same se desplazaron al lugar.
Al llegar, los oficiales y los médicos constataron que tanto Viglierchio, quien era un militar retirado, como su esposa, Uria, ambos de 83 años, ya estaban fallecidos tendidos sobre la cama.
El jubilado tenía un disparo en la boca y su revólver .38 sobre su pecho, y la mujer un disparo en el tórax, precisaron los voceros.
Además, en el lugar no se observaron signos de violencia o destrozos que indiquen la actuación de un tercero o que hayan sido víctimas de algún robo en la propiedad.
Viglierchio figura, entre otros sitios web, en la página oficial del Ministerio de Defensa de la Nación, en la nómina de Veteranos de la Guerra de Malvinas de la Armada con el grado de capitán de fragata.