Será inscripto en el registro de ofensores sexuales
Enfermero condenado a 8 años por abusar de una anciana en un geriátrico
La víctima tenía 83 años al momento del hecho, y padece de alzheimer. Aun así logró señalar a su agresor, quien a casi un año y medio del hecho firmó un acuerdo de juicio abreviado.
Enfermero condenado a 8 años por abusar de una anciana en un geriátrico
Lunes 17.5.2021
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Última actualización 19:08
Un enfermero acusado de abusar sexualmente de una señora mayor que padece alzheimer, en un geriátrico del macrocentro santafesino, fue sentenciado a 8 años de prisión. Así lo resolvió el juez Sergio Carraro tras la presentación de un procedimiento abreviado, el cual especifica que se identificará al condenado para su inscripción en el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual.
La denuncia de una de las hijas de la mujer llevó a que el 20 de febrero de 2020 Elías Rubén Bracamonte (39) fuera detenido por el personal de la Comisaría de la Mujer en la residencia geriátrica donde desempeñaba sus funciones como enfermero, ubicada sobre calle 4 de enero al 1800. Cinco días más tarde, el juez Octavio Silva ordenó la prisión preventiva para el imputado por el "abuso sexual con acceso carnal calificado por la guarda" de la víctima, una señora de 83 años con alzheimer.
A más de un año de esto, el fiscal de la Unidad Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas), Roberto Olcese, y los abogados particulares Victoria Regali y Juan Pablo Temon presentaron un acuerdo de juicio abreviado. Bracamonte aceptó la pena de 8 años de prisión en una audiencia realizada el pasado lunes 10 de mayo ante el juez penal Sergio Carraro.
La denuncia fue realizada por una de las hijas de la víctima, luego de que esta le expresara lo sucedido entre la noche del 9 y la madrugada del 10 de febrero del año pasado, en la residencia geriátrica a la que había ingresado hacía unas semanas. Su deterioro físico y la enfermedad neurodegenerativa que padece la colocaron en un especial estado de vulnerabilidad, siendo "circunstancias estas que le impidieron comprender y, por lo tanto, consentir libremente el acto y resistirse".
La investigación comenzó ese mismo día cuando la víctima habló con su hija, que la trasladó al Hospital José María Cullen para que se le realizaran los exámenes de rigor. A pesar de su enfermedad, la señora logró describir a su agresor y señalar que se trataba de un empleado del geriátrico, que era "grandote" y solía encargarse de hacerles la cena. También manifestó que era la segunda vez que ocurría.
En la institución contaban con cámaras de seguridad, pero estas no grababan sino que sólo permitían ver en vivo lo que sucedía allí adentro, por lo que no fueron de gran ayuda. Sin embargo, los investigadores pronto se encontraron con que la gran mayoría del staff era femenino y sólo un hombre trabajaba allí: el enfermero Bracamonte. Realizaba sus tareas en el tuno tarde-noche, se encargaba de bañar a los abuelos, suministrarles medicamentos y prepararles la cena, entre otras labores de cuidado.
Se supo, además, que no había posibilidad de que otro masculino -no perteneciente a la institución- ingresara allí, a excepción de los días de visitas. Y aún así, las mismas se llevaban a cabo en el patio o el comedor, nunca en los dormitorios de la residencia.
Aberrante
Bracamonte fue detenido dentro del geriátrico, a diez días de haber cometido el abuso. Desde entonces permanece tras las rejas, primero en prisión preventiva y, en cuanto la sentencia del juez Carraro adquiera firmeza, como condenado. En ese momento se ordenarán los trámites tendientes a lograr la identificación genética del enfermero y su inscripción en el Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual, que funciona en el ámbito del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
El fiscal Olcese consideró la pena de 8 años "proporcional a la culpabilidad del autor" ya que, primeramente, "atendiendo a su edad, su comprensión de los actos realizados le permite conocer el reproche que los mismos conllevan". Además, teniendo en cuenta que "la naturaleza de los hechos producidos, que son de los más aberrantes que se pueden cometer contra una persona en situación de vulnerabilidad, como lo es una anciana que padece alzheimer, que se encuentra en un lugar en donde busca protección y asilo en la última etapa de vida".