Participaba de una banda que realizaba violentas entraderas en Santa Fe, maniataba a sus víctimas (incluso si se trataba de niñas de 4 y 6 años) y se hacía de cuantiosos botines. Tenía pedido de captura por estos hechos, ocurridos en 2019, y lo encontraron preso en Buenos Aires.
El fiscal Carlos Lacuadra atribuyó a Matías Joel González (30) la autoría de tres "robos calificados por haber sido cometidos en poblado y en banda, y por la utilización de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudo ser acreditada" (uno de estos también agravado por el uso de arma blanca).
Le endilgó además la participación en calidad de "miembro" de una asociación ilícita. Estos delitos fueron oportunamente imputados a dos hombres más -Fernando José "Pipi" Aquino como miembro y Juan Marcelo Ballesteros como jefe- que permanecen en prisión preventiva en Rosario. En el caso de González, consintió la prisión preventiva, quedará a "disposición conjunta" y volverá a Buenos Aires, donde es requerido por la justicia.
La audiencia fue realizada este lunes en los tribunales santafesinos, estuvo a cargo del juez Sergio Carraro y contó con la presencia del abogado defensor Marcelo Scaglia. La banda también es investigada por diversas enredaderas cometidas en Rosario.
No actuaban al azar, sino que realizaban trabajos de inteligencia respecto a las posibles víctimas y sus bienes, logrando hacerse con dinero en efectivo, elementos informáticos, relojes y gran cantidad de alhajas de oro y plata. Según consta en la investigación, utilizaron tres automóviles para arribar y huir de las viviendas: un Volkswaguen Fox gris con vidrios polarizados, un Fiat Mobi blanco y un Chevrolet Prisma negro también polarizado.
En Santa Fe, ejecutaron al menos tres entraderas violentas, en Cándido Pujato al 3100, en Laprida al 9600 y en Domingo Silva al 900. A la primera vivienda arribaron la tarde del 26 de marzo de 2019, alrededor de las 17.30, y utilizaron una llave falsa para ingresar sin forzar la cerradura, algo que repetirían en las otras dos ocasiones.
Siempre armados, maniataron a la mujer que estaba en la casa, una empleada, atándola de pies y manos con los cordones de sus zapatillas. Comenzaron a revisar la vivienda, y a los pocos minutos llegó el dueño, a quien le quitaron sus pertenencias y amenazaron con cortarle los dedos mientras le exigían dinero y joyas.
Lograron llevarse 700 dólares, $ 8.000, relojes, anillos y otras alhajas de oro.
Tres días después de ese primer asalto, la banda ingresó a la casa de Laprida al 9600. Lo hicieron minutos antes de las 14, y volvieron a reducir violentamente a quienes estaban en el interior.
Cuando la dueña de casa arribó se encontró con su hijo y la novia atados de pies y manos. No tuvo tiempo de reaccionar. Los delincuentes la sorprendieron, le sacaron lo que llevaba consigo y la maniataron a ella también. Entre las pertenencias que les sacaron había anillos de oro, una tablet, un parlante marca JBL y dos máquinas de afeitar eléctricas.
El tercer hecho imputado sucedió el 8 de agosto de 2019, también en horas de la tarde. Cerca de las 16.45 los ladrones abrieron la puerta del domicilio ubicado sobre calle Domingo Silva al 900, e ingresaron armados. Adentro estaba la dueña de casa, junto a sus hijitas de 4 y 6 años, y una empleada.
Haciendo uso de los cordones de las zapatillas las ataron de pies y manos, incluso a las chiquitas, mientras revolvían la casa en busca de elementos de valor. Se hicieron de $ 4.000, relojes, anillos y pulseras de oro y plata.
Con González, ya son tres los imputados en la causa que investiga estas entraderas.
La banda también fue imputada por diversas entraderas en Rosario. Hay un cuarto hombre que pertenecería a la asociación ilícita a quien le atribuyeron delitos en la Cuna de la bandera, pero que hasta el momento no tendría conexión con los asaltos en Santa Fe. Un quinto integrante de la banda permanece prófugo, con pedido de captura; y se sospecha que habría un sexto colaborador, aunque este todavía no ha sido identificado.