Telam
Desde las islas Ascensión y Crozet alertaron por el “evento anómalo”. Se necesitaron “días de procedimiento y análisis” de estas señales.
Telam
El evento anómalo y no nuclear en la zona donde se reportó por última vez el ARA ‘San Juan‘ fue detectado en dos bases hidroacústicas ubicadas a miles de kilómetros de Argentina y se necesitaron ‘días de procesamiento y análisis‘ de las señales, informó hoy Organización del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (Ctbto, en inglés).
‘Nuestra red hidroacústica detectó una señal inusual cerca de la última posición conocida del submarino argentino San Juan. La señal de un evento impulsivo debajo del agua fue detectado el 15 de noviembre a las 13:51 GMT (10.51 hora de Argentina)‘, comunicó hoy Ctbto e informó que los datos fueron ‘compartidos con las autoridades argentinas‘.
El secretario ejecutivo del organismo, el burkinés Lassina Zerbo, aseguró que las estaciones hidroacústicas HA10, ubicada en la Isla Ascensión (Gran Bretaña), y HA04, ubicada en la isla de Crozet (Francia), fueron las que alertaron sobre la anomalía.
>>> ACCEDÉ AL MAPA DE LAS ESTACIONES DE MONITOREO
La estación en la isla británica, que está a mitad de camino entre América y África, tiene los equipos de medición hidroacústica de anomalías sísmicas a 7.000 kilómetros de la costa patagónica. Allí se notificó la última comunicación del submarino, mientras que el archipiélago francés, situado al sur-sureste de Sudáfrica, se encuentra a 10.000 kilómetros de distancia.
‘No queda mucho tiempo: después de días de procesamiento y análisis de las señales, los expertos están ocupados en ajustar los datos de detección para ayudar a la misión de búsqueda y rescate‘, precisó Zerbo en su cuenta oficial de Twitter.
Las estaciones hidroacústicas son parte del Sistema de Monitoreo Internacional (IMS) de la Ctbto que monitorea continuamente el mundo en busca de señales de explosiones nucleares.
El IMS requiere once estaciones hidroacústicas para efectuar este monitoreo y la HA04 en Crozet Island (Francia), que fue una de las que alertó sobre el ARA ‘San Juan‘, fue la última certificada en junio de 2017.
El sonido submarino de baja frecuencia, que puede producirse mediante una prueba nuclear, se propaga de manera muy eficiente a través del agua. En consecuencia, estos sonidos submarinos se pueden detectar a grandes distancias, incluso miles de kilómetros, desde su origen, informó la organización internacional en su sitio web.
El encargado de informar a las autoridades argentinas sobre el hallazgo del ‘evento violento, singular, anómalo, corto y no nuclear consistente con una explosión‘ en la cercanías del ARA ‘San Juan‘ fue el embajador argentino en Austria, Rafael Grossi, quien es parte de la Ctbto.
Grossi, ex titular del Grupo de Países Proveedores Nucleares, investigador nuclear y ex director general adjunto del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), tiene una amplia experiencia internacional en el tema y hasta visitó las instalaciones militares de Corea del Norte y formó parte del Acuerdo Nuclear con Irán. ‘(Ctbto) es la única red internacional instalada que permanentemente escucha el latido de la tierra, 24 horas sobre 24, los 365 días del año, para determinar si hubo ensayos nucleares, cómo y dónde fueron‘, enfatizó Grossi.
El embajador tomó conocimiento esta madrugada por parte de la organización de la existencia de la explosión, luego de varios días de trabajo de los equipos técnicos. ‘A partir del análisis que realizamos junto con los técnicos de este organismo pudimos obtener información que confirma la existencia de un evento aislado ocurrido en la mañana del 15 de noviembre, unas horas luego de la última comunicación que tuvo el ARA ’San Juan’ con su base. Esa información es consistente con una explosión‘, dijo Grossi.
A través del análisis de ondas hidroacústicas, el Ctbto determinó que hubo un evento ‘muy similar‘ al de una explosión, además del momento y el lugar donde ocurrió, así como descartó que se haya tratado de un movimiento sísmico o el ruido de un mamífero marino, aunque no puede ‘determinar la magnitud del evento ni el daño que puede haber causado‘.