Lunes 30.11.2020
/Última actualización 23:24
U hombre de 45 años y su pareja de 29 fueron detenidos este lunes en la ciudad de Morteros, en la provincia de Córdoba, acusados de haber estafado a los familiares de un ex concejal santafesino preso, haciéndose pasar -el varón- por el fiscal de San Javier, Francisco Cecchini.
La información llegó a fines del año pasado a oídos del Fiscal Regional de Santa Fe, Carlos Arietti, quien encomendó a la fiscal María Laura Urquiza, de la Unidad de Delitos Complejos, una silenciosa tarea para chequear si efectivamente había un colega implicado o se trataba de un impostor.
Dos días después, los investigadores descartaron de plano la participación del fiscal Cecchini en el hecho, y comenzaron a seguir la pista de quienes se presentaban como los verdaderos estafadores.
Así fue que dieron con un colorido personaje y su pareja, quienes además cuentan con procesos de similares características abiertos en otras localidades de la provincia y en la vecina Córdoba.
Fuentes judiciales señalaron que aunque se encontraba encaminada, la investigación se demoró a causa de la pandemia, puesto que por motivos conocidos, se hacía difícil viajar a Córdoba para practicar los allanamientos.
Sin embargo, el momento llegó y este lunes, efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) del departamento Las Colonias, llevaron a cabo los allanamientos que culminaron con las detenciones de Hernán Mariano J. (45) y su pareja Carolina H. (29) y el secuestro de elementos vinculados al caso.
Según se prevé, las fiscales Urquiza y Mariela Jiménez, podrían imputar a la pareja el miércoles en los tribunales de Santa Fe, bajo los cargos de estafa simple.
A propósito de la maniobra desplegada por los estafadores, fuentes del caso informaron que el año pasado, el hombre se contactó con los familiares de un concejal de la ciudad de San Javier, que estaba preso acusado por un resonante caso de violencia de género.
En el llamado se hizo pasar por el fiscal Cecchini, quien tiene a su cargo las oficinas sanjavierinas, y les ofreció una mejora sustancial en la situación procesal del acusado a cambio de $ 50.000.
Al cabo de algunas conversaciones, los familiares del funcionario público preso accedieron a abonar ese monto en dos cuotas; una de las cuales depositaron en una cuenta a nombre de la pareja del estafador; y la otra se la dieron en mano al impostor, que en el encuentro se hizo pasar por el secretario de la fiscalía.
A propósito del impostor detenido, surge por su nombre que cuenta con al menos otros tres proceso judiciales en trámite en las provincias de Santa Fe y Córdoba, todos utilizando un ardid similar y sumas de dinero aproximadas.