El exfiscal Ponce Asahad complicó a varios funcionarios en su declaración
El fiscal imputado reconoció haber cobrado coimas y habló de una protección al juego clandestino que incluye a varios poderes.
El exfiscal Ponce Asahad complicó a varios funcionarios en su declaración
Sábado 5.12.2020
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Última actualización 23:52
Las tres horas de declaración del fiscal Gustavo Ponce Asahad este viernes en la causa que lo tiene como imputado en la protección al juego clandestino en la provincia provocaron un sismo político y judicial que, además, multiplicó la tensión dentro de la interna del Partido Justicialista santafesino.
Si ya era grave que un fiscal reconociera que cobró coimas para no investigar y que eso lo hacía junto al ex jefe de los fiscales de la región, Patricio Serjal, los nombres que aportó Ponce Asahad abrieron un nuevo escenario institucional de consecuencias aún difíciles de medir.
El fiscal, apartado de su cargo y detenido, confesó que él protegía al capitalista del juego Leonardo Peiti a cambio de dinero pero lo hacía como parte de una asociación ilícita con ramificaciones en todos los poderes del Estado.
Siempre según sus dichos y en el marco de una estrategia de defensa, el fiscal identificó a un actual senador y un exdiputado, un asesor -ahora desvinculado- de un dirigente de primera línea dentro del partido, una alta funcionaria del gobierno santafesino, miembros del Poder Judicial, un juez federal y varios abogados: uno de ellos ya fue allanado en la causa de juego clandestino, otro fue baleado hace un tiempo y un tercero es un ex alto dirigente del PJ.
Los fiscales analizan también otros cruces de llamadas en la causa.
Los nombres constan en las copias de la declaración de Ponche Asahad que fueron elevadas a la Legislatura y a la Corte Suprema santafesina. Los supuestos roles de cada uno de ellos y las pruebas que existen en la causa siguen bajo reserva.
Con su testimonio y algunas pruebas aportadas a los fiscales, el exfiscal logró el beneficio de salir de la celda común en la que estaba bajo la órbita del Servicio Penitenciario y pasar a otro lugar más reservado de una fuerza federal. Dijo que corría riesgo donde estaba y que sufrió intimidaciones, al igual que los fiscales, y hay causas abiertas por esos hechos. En tanto, si bien Ponce Asahad aún es un imputado normal (no es un arrepentido como el empresario Peiti cuya declaración inicial disparó la investigación), también se le abriría la posibilidad de negociar un juicio abreviado y mejorar su situación procesal.