Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Fue el autor del más sangriento motín que hubo en la cárcel de Las Flores. Purgó condena y recuperó su libertad. Ahora cayó otra vez preso por amenazas.
Danilo Chiapello
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Se trata de Facundo Martín Castro, de 39 años, quien fue detenido este miércoles por personal de la Dirección de Inteligencia Criminal Estratégica de PDI, al realizarse un allanamiento en una vivienda de Lavalle al 5000, de barrio Sargento Cabral.
El detenido era buscado por cinco causas distintas de amenazas calificadas que se sucedieron de manera reiterada. En la casa allanada también secuestraron cartuchos y una pequeña cantidad de sustancias estupefacientes.
Viejo conocido
Castro había sido conocido públicamente el 16 de agosto de 1999, cuando estando alojado en la cárcel de Las Flores protagonizó un amotinamiento que terminó con la vida del penitenciario Marcos Sánchez.
Por tal hecho, Castro cumplió 20 años de condena y hacía dos que había recuperado su libertad.
Facundo Martín Castro, el interno del Penal de Las Flores que mató a un guardiacárcel el 16 de agosto de 1999, fue condenado a veinticinco años de reclusión, según lo resuelto por el juez en lo Penal de Sentencia de la Segunda Nominación, Dr. Alejandro Echarte.
Junto con Castro, también resultó condenado su compañero de prisión, Mario Gustavo Salinas, a quien se lo culpó por el delito de privación ilegítima de la libertad agravada y amenazas con armas, por haber mantenido como rehenes a tres agentes del servicio penitenciario durante ese mismo episodio.
Castro fue condenado como autor de los delitos de: homicidio, tentativa de homicidio reiterado en cuatro oportunidades, abuso de armas, privación ilegítima de la libertad agravada y amenaza con arma.
El más sangriento
Durante el motín desatado en el pabellón N° 3 de la cárcel de Las Flores -el más sangriento en la historia de ese penal- resultó muerto un agente del servicio penitenciario, Marcos Antonio Sánchez, en tanto que tres compañeros suyos fueron lesionados y otros tantos, tomados como rehenes.
El violento episodio se suscitó mientras los guardias llevaban adelante una requisa: cuando Sánchez, que tenía 30 años, abrió la puerta del pabellón 3 para despojar a los internos de las armas que pudiera haber en el lugar, se topó frente a frente con un sujeto armado, el que sin mediar demasiados trámites, abrió fuego contra el uniformado.
La herida que le propinaron, en la zona abdominal, le provocó la muerte, tras algunas horas de agonía.
Lo que siguió fue una pelea generalizada entre guardias y presos de la que tomaron parte, en principio, muchos internos pero que luego derivó en sólo dos reos que tomaron el mando de la situación.