El gobernador de la provincia de Río Negro, Carlos Soria, murió esta madrugada tras recibir un balazo en la cabeza, según confirmaron fuentes oficiales.
Por el hecho, su esposa fue trasladada por la policía, ya que la muerte de Soria, según una de las hipótesis, se habría producido en medio de una discusión de pareja.
El secretario de Coordinación e Información del gobierno provincial, Julián Goinhex, confirmó el deceso pero no brindó mayores precisiones sobre cómo se produjo el disparo y las circunstancias del momento.
El hecho ocurrió alrededor de las 4.47 en la residencia privada del mandatario, una chacra en las afueras de la ciudad de General Roca, de la que fue intendente hasta el 9 de diciembre último.
El vicegobernador Alberto Weretilneck, sucesor de Soria hasta la finalización del mandato según lo establece la Constitución provincial, se encuentra desde poco después de las 6 en el lugar del hecho.
En Viedma, el ministro de Gobierno, Edgardo Bagli, se instaló en su despacho de la sede gubernamental, donde a poco de conocerse la imprevista y trágica noticia comenzaron a llegar funcionarios y colaboradores.
Carlos Soria tenía 61 años y el 10 de diciembre pasado se había convertido en el primer gobernador justicialista de Río Negro desde la recuperación de la democracia en el país.
Sucesión
El vicegobernador de la provincia de Río Negro, Alberto Weretilneck, debe completar hasta el 9 de diciembre de 2015 el mandato de Soria, según lo prevé el artículo 180 de la Constitución provincial.
El texto del inciso 2 de ese artículo señala que “en caso de fallecimiento, destitución, renuncia o inhabilidad definitiva del gobernador antes o después de su asunción lo reemplaza el vicegobernador hasta la finalización de su mandato“.
Sólo se debería convocar a elecciones, en el lapso de 60 días, si murieran, fueran destituidos, renunciaran o estuvieran inhabilitados en forma simultánea el gobernador y el vice; siempre que esta contingencia se produjera cuando faltaren más de dos años para completar el mandato.
Télam