Los abogados que representan a la familia de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado a golpes en Villa Gesell en el verano de 2020, decidieron no apelar el sobreseimiento de Alejo Milanesi, uno de los rugbiers imputados por el crimen, dispuesto días atrás por la Cámara de Apelaciones de Dolores, mientras que la defensa de los imputados insistirá ante Casación con la nulidad del requerimiento de elevación a juicio.
"En el caso puntual de Milanesi, entendíamos que su situación podía definirse en un juicio oral, porque veíamos que había inexistencia de certeza negativa. Si la cámara, como tribunal superior, opina eso, hasta acá vamos a llegar seguramente", dijo a Télam Fernando Burlando, quien encabeza la querella junto a Fabián Améndola.
Los abogados que representan a la madre y el padre de Fernando habían realizado una acusación particular para que la situación de Milanesi (19) se definiera en un juicio oral, luego de que la fiscal del caso, Verónica Zamboni, pidiera su sobreseimiento junto a otro de los acusados, Juan Pedro Guarino (19), en su requerimiento de elevación a juicio.
Tenés que leerSobreseyeron a Milanesi y confirmaron el juicio oral de los otros rugbiers acusados de matar a Báez SosaZamboni consideró que los únicos que deben enfrentar un debate oral son Máximo Thomsen (20), Ciro Pertossi (20), Luciano Pertossi (19), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (21), Blas Cinalli (19) y Ayrton Viollaz (21), quienes cumplen prisión preventiva en el penal de Melchor Romero, imputados como coautores del delito de "homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas".
Para la querella, Milanesi también debía ser juzgado por el crimen, y el juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli, hizo lugar a este planteo al elevar a juicio la causa, el último 4 de febrero.
Esto fue apelado por el defensor de los rugbiers, Hugo Tomei, ante la Cámara Apelación y Garantías de Dolores, y el último jueves 7, los integrantes de la Sala 1 del tribunal entendieron por mayoría que no existían "elementos suficientes" para llevar a este joven a juicio, y dispusieron su "sobreseimiento total".
"Los escasos elementos invocados por el requirente son, además, inciertos, y difusos. Solo sabemos que Milanesi estuvo esa noche en Villa Gesell y no mucho más", aseguraron los magistrados, y destacaron "la endeblez de los elementos" mencionados por la querella.
Si bien los abogados de los padres de la víctima tienen la posibilidad de apelar este fallo ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense, Burlando señaló: "Nosotros lo que hicimos en su momento fue cuestionar lo que hizo la fiscalía. En este caso puntual, no estamos aún en sentencia, vamos de la mano de lo que en definitiva los tribunales más altos del Departamento Judicial de Dolores digan u observen".
De este modo, Milanesi quedará sobreseído definitivamente del caso, al igual que ocurrió con Guarino, y solo irán a juicio los ocho rugbiers que permanecen detenidos. En ese sentido, fuentes judiciales indicaron que el defensor de los acusados notificó a la Cámara de Dolores su intención de presentar un recurso extraordinario de Casación respecto a las restantes nulidades del requerimiento de elevación a juicio, para lo que tiene plazo hasta el próximo 27 de abril.
Tenés que leerElevan a juicio oral la causa por el brutal crimen de Fernando Báez SosaMás allá de esta apelación, el juez Mancinelli deberá mantener una entrevista -presencial o por alguna plataforma digital- con cada uno de los detenidos, para determinar si desean ser juzgados por un tribunal colegiado o por un jurado popular.
Si bien el abogado de los jóvenes expresó el deseo de ellos de renunciar al juicio por jurados, por considerar que no están dadas las condiciones para conformar un jurado imparcial, el magistrado debe confirmar cuál es su voluntad luego de haberse conocido la resolución de la Cámara.
En el juicio oral se debatirán además las responsabilidades penales de los rugbiers por las lesiones sufridas por cinco amigos de Fernando, que se encontraban con él la madrugada del 18 de enero de 2020, cuando fue asesinado frente al boliche "Le Brique", en Avenida 3 y Paseo 102, pleno centro de Gesell.