El Litoral
Gustavo Álvarez renunció tras la inspección ocular realizada ayer en la casa del country Martindale. Para la fiscal no existió emoción violenta.
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Telam
El abogado Gustavo Álvarez, quien tenía a su cargo la defensa del empresario Fernando Farré, presentó esta mañana el escrito de renuncia tras la inspección ocular realizada ayer en la casa del country Martindale, de Pilar, donde el viernes último fue asesinada Claudia Schaefer.
"Acabo de presentar el escrito en el que informo que dejo de ser el abogado defensor de Farré y apelo a los secretos profesionales para no precisar los motivos", dijo el letrado esta mañana tras presentarse en la Unidad Funcional de Instrucción de Delitos Conexos a la Violencia de Género de Pilar, a cargo de la fiscal Carolina Carballido.
Si bien no aclaró los motivos, el abogado dejó en claro que la decisión de renunciar a la defensa de Farré se produjo ayer, tras participar de la inspección ocular de la escena del crimen y de las sospechas de los investigadores de que el empresario haya premeditado el asesinato de su ex mujer.
"Pedí una inspección ocular del escenario del hecho, y allí hubo circunstancias que me llevaron a intentar tener una entrevista con él (para explicarle la renuncia)", agregó Álvarez, quien acotó que prefiere no profundizar sobre su hipótesis del hecho "porque sería antiético" y porque "no está establecido todavía cómo fue el ataque".
Luego, el abogado aportó detalles de la casa donde ocurrió el homicidio y aseguró que para llegar al vestidor en el cual fue asesinada Schaefer no había que pasar por la cocina, donde supuestamente se hallaban los cuchillos.
"Se entra por una puerta de servicio, pasa por un lavadero, una cocina y ahí a una sala donde se encontraba la madre, y la abogada de él, de nombre Andrea. Luego se accede a un living y se conecta a un pasillo prolongado que conduce a un distribuidor, desde el cual se llega a las piezas y finalmente a un vestidor", dijo el letrado.
Luego, explicó que "camino al vestidor no hay que pasar por ninguna cocina" y aclaró que "los cuchillos se encontraron en el vestidor (junto al cadáver de Schaefer), pero podrían haber estado en el living, en el vestidor, en el cuerpo de alguna persona, en su ropa...".
Por su parte la fiscal que tiene a su cargo la investigación, aseguró que el empresario cometió un delito doloso y que a su criterio no existió emoción violenta, aunque explicó que aún no se puede asegurar si hubo premeditación.
"La verdad es que, a tan pocos días de los hechos y con todo el trabajo que nos queda por hacer, es imposible que nosotros podamos sostener una manera de como ocurrieron los hechos", dijo la fiscal Carolina Carballido Calatayud en declaraciones a radio Vorterix, en referencia a las sospechas de que el empresario Farré pudo haber planeado con antelación el crimen de su ex mujer.
De todas formas, la fiscal afirmó que sigue sosteniendo "la calificación legal" que le fue impuesta desde el momento de la imputación, que "es un delito doloso, es un ’homicidio doblemente calificado’. Sostengo que hubo dolo, pero la mecánica del hecho no las puedo afirmar, porque aún faltan muchas cosas por hacer y medidas que llevar adelante".
Luego, explicó que "se está investigando si (el empresario Farré) tenía preparado los cuchillos" para atacar a Schaefer."Es una hipótesis más de trabajo, que deberá probarse en su caso", dijo en referencia a esa posible premeditación.