El golfista Ángel Cabrera fue extraditado por Interpol a la Argentina desde Brasil y quedará detenido en la cárcel de Bouwer, en Córdoba. Tenía orden de captura por causas de violencia de género.
El golfista Ángel Cabrera fue extraditado por Interpol a la Argentina desde Brasil y quedará detenido en la cárcel de Bouwer, en Córdoba. Tenía orden de captura por causas de violencia de género.
Hasta su trasladado a Córdoba, que sería entre el viernes y el sábado próximo, Cabrera estará alojado en la Delegación Puerto Iguazú de la Policía Federal Argentina. El pedido de detención internacional lo hizo el fiscal de Violencia Familiar de Córdoba, Cristian Griffi, quien realizó varias denuncias por violencia de género contra Cabrera.
El fiscal recurrió a Interpol porque el golfista no se presentó ante la Justicia para notificarse de un proceso de enjuiciamiento, el año pasado. Después de ese hecho, tanto su exesposa como una expareja realizaron nuevas denuncias por amenazas de muerte.
En Brasil, Cabrera expresó su voluntad de ser extraditado a través de un trámite que se llama “simplificado”. Estaba prófugo de la justicia de Córdoba desde agosto de 2020. Llegó a Río de Janeiro el 31 de diciembre, procedente de los Estados Unidos; afirmó que había abandonado la Argentina hacía seis meses.
Cuando viajó no tenía ningún impedimento para salir del país, pero después fue declarado en rebeldía al no concurrir a notificarse de un proceso de enjuiciamiento ante la Cámara Segunda del Crimen, por dos causas acumuladas por violencia de género en contra: una por “lesiones leves calificadas y amenazas”, del 2017, y otra por “lesiones leves calificada y hurtos” del 2018.
En los Estados Unidos primero jugó un torneo y después se operó de una lesión en un brazo. Tras esos acontecimientos planteó que regresaría cuando hubiera conexiones aéreas -cortadas en un tiempo por la pandemia-, lo que tampoco ocurrió.
Con él ya detenido en Brasil, su expareja Cecilia Torres Mana se presentó a la Justicia con su abogado Carlos Nayi y entregó un video grabado en un teléfono móvil en el que Cabrera la amenaza de muerte: “Vas a terminar en el cementerio”, le dice. La prueba se suma a las denuncias anteriores por violencia de género.
A mediados de diciembre, la exesposa de Cabrera, Silvia Rivadero, también lo acusó ante la Justicia por amenazas telefónicas que dijo haber recibido el 7 de ese mes desde los Estados Unidos. La presentación fue ante el fiscal de Violencia Familiar de Córdoba, Cristian Griffi, quien pidió peritar los teléfonos.