"No quedan dudas de que Jorge Trossero es culpable" indicó este jueves el fiscal Marcelo Nessier, durante los alegatos finales del juicio contra el femicida de Gálvez. La discusión está en si el productor agropecuario era consciente al momento de atacar a mazazos en la cabeza a su esposa, ya que su defensa insiste en una declaración de inimputabilidad.
Este jueves los jueces Sergio Carraro, Rosana Carrara y Luis Octavio Silva escucharon por última vez a las partes en el marco del juicio por el femicidio de Danisa Canale, ocurrido el 15 de enero de 2019 en su casa de Gálvez. El debate se retomará este viernes al mediodía, momento en que el tribunal dará lectura a su veredicto, en el que podría absolver o condenar a la pena máxima a Trossero.
Si bien tanto el Dr. Nessier como la abogada querellante Clara Vázquez sostuvieron que Trossero "era consciente y dirigía sus acciones" cuando asesinó a su esposa, la defensora Georgina Stratta señaló que no se puede asegurar sin ningún tipo de duda que su cliente era plenamente consciente al momento del femicidio (basándose en un diagnóstico de depresión y el consumo de medicamentos psiquiátricos). Por esto, mientras los primeros reiteraron su pedido de condena a prisión perpetua, la letrada solicitó la absolución.
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Trossero está acusado por el "homicidio triplemente calificado, por el vínculo, por ensañamiento y por haber sido cometido por un hombre en contra de una mujer mediando violencia de género (femicidio)" de quien fuera su esposa, Danisa Canale.
Para sostener la última de las calificantes el Dr. Nessier -quien estuvo acompañado por la fiscal Ana Laura Gioria y el delegado Técnico Emiliano Ávila Castro- recordó los testimonios de los allegados de la víctima, quienes se refirieron a diversos episodios de violencia psicológica, física y económica. Un empleado de ella dijo que discutían casi a diario, y que era el productor agropecuario quien iniciaba las peleas, que la insultaba y despreciaba continuamente y que llegó a presenciar cómo le arrojaba un casco de moto a la cadera y así como a ver moretones en los brazos de ella.
La hermana de la víctima declaró que Trossero se enojaba y le pegaba a las paredes o a los muebles, y que el diciembre previo a asesinar a Danisa le había cortado toda su ropa con unas tijeras. También aseguró que era "muy celoso" de la familia de ella, motivo por el cual la mujer se había distanciado de su padre, y que los celos habían llegado hasta el punto en que si Danisa le compraba un regalo a su sobrina también debía adquirir algo de igual o mayor valor para su marido, porque sino él se enojaba.
La víctima debía hacerse cargo de las deudas de Trossero, que era un "comprador compulsivo", y cuidar de él cuando caía en pozos depresivos a causa de los problemas económicos.
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Fiscalía y querella repasaron las declaraciones de los peritos psicólogos y psiquiatras que intervinieron en la causa, evaluando a Trossero en diferentes oportunidades. Todos coincidieron en algo: sus facultades mentales no estaban alteradas, y al momento del hecho comprendía la criminalidad del acto y era capaz de dirigir sus acciones.
Además, Nessier resaltó el accionar del acusado momentos después de asesinar a Danisa a mazazos: llamó a la policía y dijo "vengan a buscarme que maté a mi mujer, soy Jorge Trosser, vivo en Liniers 958". Es decir que "sabía quién era, sabía qué hizo, sabía dónde estaba porque dio la dirección de su casa y sabía a quién llamar. Llamó a la policía, porque lo que había hecho estaba mal".
La querellante Clara Vázquez -quien junto al Dr. Ignacio Alfonso Garrone representa al padre de Danisa- estuvo de acuerdo con el planteo fiscal, y se refirió a los medicamentos que consumía Trossero. Estos, según el resultado de un pericia solicitada por la defensa, son fármacos considerados "seguros" y utilizados mundialmente para tratar la patología del acusado (depresión).
Además, ni la ingesta excesiva ni la abstinencia pueden provocar que el paciente agreda a un tercero de la manera en la que Trossero lo hizo con Danisa.
A su turno, los defensores Georgina Stratta e Ignacio Cecchini no discutieron la materialidad del hecho, sino que insistieron en que no se puede confirmar con total seguridad que su cliente haya actuado en pleno uso de sus facultades. Esto, basándose en el testimonio de un psiquiatra que se refirió a que en la medicina no puede hablarse de "siempre" y "nunca".
También utilizó el prospecto de uno de los medicamentos recetados a Trossero, que dos semanas antes del homicidio había recibido un ajuste en las dosis, en el que se especifica que el paciente debe ser monitoreado, debido a que puede presentar cambios de ánimo, ansiedad y agresividad.
Esto respondería su teoría, por la que solicitó que se declare inimputable a su pupilo y, por ende, se lo absuelva de culpa y cargo.