Un femicidio, un cadáver abandonado por meses y una pena a prisión perpetua
José Luis Bordón fue hallado culpable por el crimen de Elena Beatriz Luna, ocurrido en barrio Sur de la ciudad de Santa Fe, en el año 2016. El Tribunal lo condenó a la pena de prisión perpetua.
Un femicidio, un cadáver abandonado por meses y una pena a prisión perpetua
Elena Beatriz Luna fue asesinada a sangre fría por José Luis Bordón, quien era en ese momento o había sido su pareja. Con él tenía una hija en común. El asesino rodeó el cuello de la mujer con una soga y la asfixió sin piedad. Todo pasó en el año 2016, muy posiblemente el 29 de septiembre, según pudo reconstruir la fiscalía. Su cuerpo fue "escondido" debajo de la cama matrimonial de su habitación, en su departamento interno de calle Francia al 1700. Allí quedó descomponiéndose por meses, hasta que fue hallado en mayo de 2017. Bordón logró permanecer impune por años, pero fue aprehendido en julio de 2021, luego de que el caso pasara a la Unidad Fiscal de Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas) del Ministerio Público de la Acusación. Este lunes terminó el juicio oral en su contra, en el que el Tribunal lo condenó a la pena de prisión perpetua.
El hombre fue hallado culpable de homicidio calificado por el vínculo y por ser perpetrado por un hombre contra una mujer, mediando violencia de género, lo que se resume como femicidio.
Luna tenía 50 años. Los testigos que desfilaron por la sala de audiencias la describieron como una mujer buena, "excelente". "Primero se dedicó a cuidar a sus padres, hasta que fallecieron, y luego hizo lo mismo con la hija que tenía en común con Bordón", contó una prima al hacer referencia a su carácter servicial. Para ella, él fue su primer novio. Una amiga suya contó que el hombre la celaba, que la sometía a maltratos y que hasta llegó a abusar sexualmente de Elena.
Para la fiscalía, Luna murió el 29 de septiembre de 2016. Ese día, Bordón buscó a su hija y la llevó a la escuela. Luego, regresó y le quitó la vida a la mujer. La escondió bajo la cama y cerró la casa con cadenas y candados. También "selló" las aberturas con trapos y cinta, para evitar que el olor de la descomposición alertara a los vecinos. Cuando se hizo la hora, fue a retirar a su hija del establecimiento educativo y se la llevó a Santa María Centro (departamento Las Colonias), donde vivía con sus padres.
La casa de Elena quedó cerrada hasta mayo de 2017. El 8 de mayo de ese año, familiares y policías irrumpieron en el lugar. Con ayuda de un cerrajero, violentaron las puertas y rejas para ingresar. Todo estaba ordenado, pero evidentemente abandonado. En la autopsia del cadáver, se halló adherido al cuello, un trozo de una soga verde. Una cuerda con idénticas características fue encontrada en el baúl de un viejo auto que habitualmente usaba Bordón y que pertenecía a su padre.
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