Rodrigo Pretto
A poco más de tres meses del asesinato de la joven en la ciudad de San Jorge habló la abogada de la familia. La letrada brindó detalles del estado de la causa y aseguró que lamentablemente la investigación no arrojó los resultados esperados. “Una de las líneas más fuerte es que el autor del crimen sea de su entorno”, indicó. Aún no hay detenidos por el aberrante asesinato.
Rodrigo Pretto
Pasaron más de tres meses de aquel fatídico 12 de octubre de 2020. El reloj marcaba las 14 del lunes feriado y María Florencia Gómez Pouillastrou ingresaba a un camino rural cercano a la ciudad de San Jorge. Se disponía a despejarse, a caminar a la luz del sol como lo hacía habitualmente. Sin saberlo, tenía los minutos contados. Unos pequeños que cazaban pajaritos en el campo se toparon con la aberrante escena. La joven militante de movimientos feministas había sido asesinada cobardemente a mil metros al sudoeste de la zona urbana. Más de un centenar de personas declaró a lo largo de este tiempo para aportar datos. A 100 días del femicidio que conmocionó a toda una región que aún sigue reclamando justicia, no hay culpables por el hecho. “Una de las líneas más fuerte es que el autor del crimen sea de su entorno. Pero lamentablemente la investigación no arrojó los resultados que estábamos esperando. A esta altura pensábamos que ya iba a haber algún detenido”, sentenció la abogada de la familia de la joven, Carolina Walker Torres.
“Desprolijidades”
La causa parece continuar en el aire, sin una hipótesis firme para dar con el culpable del aberrante asesinato de la joven en la ciudad de San Jorge. Los días pasan y consigo traen desesperación. En el departamento San Martín continúan las marchas para reclamar justicia. En el medio, una investigación que no logra encausarse o, al menos, si certezas firmes del autor del femicidio.
La abogada defensora reconoció ciertas desprolijidades contextuales en aquel sendero rural al momento de quedar al frente de la defensa de la familia de Florencia. En el lugar estuvo 48 horas después del asesinato, y la zona mostraba serias anomalías. “Esperábamos que siga vallada, resguardada. Pero se dejó abierta. Hubo personas que pudieron ingresar. No es el modo de tratar la escena de un crimen en el cual no había tantas pruebas directas. Posteriormente hemos tomado conocimiento de varias desprolijidades que hubo en el levantamiento de rastros. A pesar de eso se obtuvieron muchísimos elementos limpios que permitieron la posibilidad de hacer pericias”.
El entorno
Al día de hoy, más de un centenar de personas prestaron declaración aportando datos para intentar dar con el femicida. Y a pesar que la Justicia cuenta con un abanico de líneas investigativas, las que mayor fuerza toman son las que apuntan al entorno de la joven. Para Walker Torres, hay allegados que no hablan. “Muchas personas cercanas que podrían aportar datos importante no lo han hecho en un primer momento. Luego, al ser citadas, han comparecido. Pero al principio no han colaborado con la causa. Y esto es una opinión personal y me hago cargo de lo que digo, mucha gente de su entorno no cuenta muchas cosas. Y no me refiero a su familia”, sentenció.
A su vez, la letrada hizo referencia a las pericias realizadas sobre los celulares incautados a lo largo de todo este tiempo y aclaró que no se logró dar con ningún dato útil para la causa, al menos que permita identificar al autor del crimen. Destacó que el teléfono de la víctima aportó a la reconstrucción de lo que sucedió ese día, previamente a su asesinato, y los días anteriores. También fue clave para comprender cómo era su vida en ese momento y con quién se vinculaba. “Eso orientó al entorno”, destacó y agregó que la información más relevante aportada por el móvil fue el horario en que ocurrió el hecho, a sabiendas del último mensaje enviado. “Hay elementos, pero no son suficientes para identificar al agresor”.
Cámaras y celulares
Por el momento, quienes llevan adelante la investigación continúan analizando las cámaras cercanas al acceso del camino rural donde fue asesinada la joven, una zona remota cercana a la planta urbana pero sin herramientas de videovigilancia. Lo mismo ocurre con los celulares de la víctima y sus allegados. "La investigación debe profundizarse en aquellas líneas más fuertes", puntualizó la abogada que se lamentó por la falta de pruebas para encausar la investigación hacia una dirección firme.
Si bien Walker Torres y la familia de Florencia destacan el trabajo que llevan adelante los agentes judiciales que entienden en la causa, donde en medio de la feria judicial no cesan con las tareas de investigación y continúan tomando declaraciones, un asesino continúa suelto entre la sociedad. “A pesar que vemos con conformidad las labores de los fiscales, no tenemos los resultados que esperábamos. Las pericias hasta la fecha no indicaron una persona culpable del crimen. Hay varias líneas de investigación, algunas con más fuerza que otras. A este momento esperábamos tener algún culpable o al menos alguna persona sospechosa detenida”.