Femicidio de Rosalía Jara: los fundamentos para la condena
Fue asesinada en julio de 2017 en Fortín Olmos y buscada durante un año, hasta que se halló su cuerpo sin vida. El único condenado por el hecho apeló la sentencia, que fue confirmada unánimemente y en todos sus términos por un tribunal de alzada.
Femicidio de Rosalía Jara: los fundamentos para la condena
Lunes 11.10.2021
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Última actualización 14:48
La relación que mantenía Rosalía Jara con su femicida se basaba en "un intercambio abusivo, corrupto e inmoral de sexo por dinero con una víctima menor de edad y en estado de vulnerabilidad social", señaló la Cámara de Apelaciones de Vera en el fallo en el que confirmó la condena a prisión perpetua para Juan Oscar Valdez. La defensa había recurrido la sentencia de agosto de 2020, pero esta fue confirmada en todos sus términos.
El tribunal estuvo compuesto por los jueces José Antonio Mántaras, Roberto Prieu Mántaras y Bruno Netri, quienes en una reciente resolución confirmaron de manera unánime la condena por el "homicidio doblemente calificado por el vínculo y por ser cometido por un hombre en contra de una mujer mediando violencia de género (femicidio)" de Rosalía, quien fue vista por última vez la noche del 1 de julio de 2017.
Los abogados defensores Jorge Bedouret y Bárbara Reynoso habían manifestado al menos treinta agravios respecto del primer fallo condenatorio, dictado el 13 de agosto de 2020 por los jueces de primera instancia de Reconquista Gonzalo Basualdo, Mauricio Martelossi y Norma Senn. El fiscal Nicolás Maglier y los querellantes Carolina Walkerr Torres y Matías Pautasso solicitaron la confirmación de la sentencia, que arribó este 6 de octubre.
En el escrito, que contó con casi 200 páginas, se analizaron las pruebas producidas a lo largo del debate, la relación clandestina entre víctima y victimario, y las pericias realizadas en el celular de Valdez (que advertido por el comisario de Fortín Olmos reseteó el dispositivo antes de que se lo secuestraran). Por esto, también se dispuso que se investigue "la eventual comisión de delitos por parte de los funcionarios policiales" de dicha localidad.
Desaparición
"No se han producido en este proceso actos invalidantes y/o inobservancias a las formas" dado que "se han respetado las reglas de garantía e inviolabilidad de la defensa en juicio como mandas del debido proceso constitucional, al extremo de no mediar cuestión a resolver de todas las treinta incidencias planteadas en la causa, u otras que se encuentren en estado de pendencia", consideró la Cámara.
Respecto de los hechos, Rosalía desapareció la noche del 1 de julio de 2017. La buscaron durante 1 año, hasta que sus restos fueron hallados cerca del Arroyo Golondrina. Mantenía una relación con Valdez desde que ella era una niña y él le daba clases de gimnasia, y fruto de este vínculo tuvieron una hija. Se trataba de una relación "clandestina, pero frecuente". El día de su desaparición, se constataron catorce comunicaciones telefónicas entre Rosalía y su femicidia, siendo una de ellas la última llamada que contestaría ella, a las 22.17.
"Por el aporte de varios testimonios y prueba documental reconocida en el debate, se ha acreditado que Jara recibe esta última llamada estando en el interior de un bar, para luego egresar y dirigirse en dirección a la garita que se ubica en las cercanías". Los testigos vieron a un automóvil Toyota Corola blanco y con vidrios polarizados de Valdez circular a baja velocidad por allí. "Las pruebas de geolocalización de los teléfonos celulares de Valdez y Jara los ubican ese día, en dicho horario, en el radio de captación de la antena de Fortín Olmos".
Datos eliminados
Al ser contactado por la madre de la víctima, preocupada por su larga ausencia, "Valdez no se comunicó más con Jara (…) Podríamos afirmar entonces que su indiferencia es un gesto revelador destinado a ocultar toda evidencia que lo pueda vincular con" ella.
Por la desaparición, se realizaron búsquedas con perros. Uno de estos animales encontró un rastro en la zona de la garita donde fue vista por última vez Rosalía, perdiendo allí todo sentido olfativo "lo que lleva a presumir que luego fue conducida por otro medio de locomoción, que siempre con apego a lo narrado por los testigos era" el Corola.
Valdez borró los registros de su teléfono celular y cuentas adheridas al sistema un día antes de ser citado a sede policial, algo que "sin dudas ha respondido a la necesidad de sustraer de la investigación en curso todos los elementos que lo pudieran comprometer con el hecho".
Fue la esposa del hoy condenado quien declaró que su marido le admitió el vínculo que lo unía a Rosalía por teléfono, cuando ella ya había desaparecido, y que lo hizo previo a que le secuestraran el celular: "Después me dijo 'me van a sacar el teléfono, el auto, todo'". "Previamente fue 'avisado' por el Jefe de la Comisaría de Fortín Olmos", según le señaló a ella.
"En esta lógica, es elocuente que Valdez enterado de la orden de secuestrar su teléfono móvil, tal vez motivado por un obrar desesperado e irreflexivo, opera sobre las cuentas y datos del sistema. Pero no tuvo en cuenta que en el curso de la investigación se producirían diligencias que pondrían de manifiesto las llamadas, incluso por la modalidad Instagram que intercambiaron con Rosalía Jara", Sin embargo, sí logró eliminar el contenido de los mensajes de texto y mutar la clave de acceso.
Los restos óseos de Rosalía fueron encontrados un año más tarde de su desaparición, en la zona rural ubicada sobre las adyacencias de la Ruta Nacional 98 kilómetro 34.200, luego de una bajante del Arroyo Golondrina. Según una testigo expert, se encontraba "recostada" con el torso sobre el tronco de un árbol, sentada y no tirada. Esto indicaba que se trataba de una escena "amañada", que ponía de manifiesto "una conducta de cuidado para con la víctima, lo que lleva a presumir que entre ésta y victimario existía una previa relación que motivó colocarla 'en una posición digna'".
En su resolución, La Cámara de Apelaciones también señaló que "cabe presumir que Valdez fue quien trasladó a la víctima hasta el lugar donde se hallaron sus restos". Así, confirmó la teoría del caso presentada en el juicio por la parte acusadora: Rosalía se encontró con Valdez, se subió al Corola, él la asesinó y se deshizo de su cuerpo.
"Tras este minucioso examen revisor, encuentro que los agravios contra la sentencia recurrida no logran conmover la solidez de su plataforma convictiva, ya que se sostiene fundacionalmente en una construcción atinadamente justa y razonable, manteniendo una concatenación y/o entramado ordenado, coherente y lógico con todos los eslabones indiciarios que convergen en el resultado de culpabilidad frente al quehacer fáctico que se le atribuye a Valdez", se manifiesta al final del fallo.