Danilo Chiapello | [email protected]
El hombre fue golpeado y baleado. Permanece hospitalizado en estado grave. Su esposa también terminó lesionada. No hay detenidos.
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Bestial y salvaje. Así fue la acción concretada en la madrugada del lunes por tres encapuchados contra un matrimonio que reside en barrio Guadalupe. Los esposos fueron sometidos a feroces maltratos (el hombre permanece hospitalizado en estado grave) y finalmente despojados de una importante suma de dinero.
La secuencia se inició 30 minutos después de medianoche, cuando los desconocidos se ganaron por los techos de una vivienda lindera al domicilio de las víctimas, esto es, en Marcial Candioti al 7000, detrás del CEF 29 y a metros de avenida Galicia.
Desde el techo de la casa vecina, se lanzaron a un patio y una vez allí tras violentar una puerta accedieron al inmueble que tenían como objetivo.
Los esposos, Luis M., de 66 años y Ester N., de 56, se encontraban durmiendo cuando fueron sorprendidos por la irrupción de los delincuentes.
Según trascendió, los intrusos estaban vestidos con ropas oscuras, llevaban linternas y cubrían sus rostros con gorros pasamontañas y bufandas. Todos llevaban armas de fuego.
Golpes y tormentos
Lo que siguió a partir de entonces fue un verdadero infierno.
Quien llevó la peor parte fue el dueño de casa contra quien descargaron una andanada de castigos hasta dejarlo al borde de la muerte.
Con la culata de un arma uno de los rufianes golpeó en la cabeza al hombre hasta provocarle una fractura de cráneo. No conforme con ello le asestaron dos disparos; uno en un brazo y el restante en una pierna, además de golpes múltiples.
Por su parte, Ester no logró escapar de la furia de los ladrones. Con un cuchillo le provocaron cortes en su cabeza y también la golpearon en sus rodillas.
Ninguna muestra de piedad hubo de parte de los delincuentes que, en medio de los tormentos, sólo gritaban que querían “el dinero”.
Tiros en la casa
La pesadilla encontró su final cuando dos hijas del dueño de casa (una de 18 y otra de 19 años), que se encontraban en otra habitación, despertaron sobresaltadas al escuchar los disparos.
Segundos después ambas mujeres vieron salir del dormitorio de los esposos a los encapuchados. Ahora, los intrusos fueron contra estas inesperadas “testigos” a quienes les taparon la boca con sus manos y las arrojaron al piso.
Finalmente, los maleantes escaparon de la casa por la puerta principal. Según trascendió se llevaron un botín cercano a los 350 mil pesos, dinero que sería producto de los ahorros de la familia y de la venta de un vehículo.
Las chicas dieron auxilio a sus padres mientras daban cuenta de lo sucedido a la policía y a otros familiares.
Poco después, arribó al lugar un móvil del Comando Radioeléctrico junto a otro patrullero de la seccional 8ª, que intervino por jurisdicción.
Parte médico
Luego de observar el estado de los heridos, los uniformados solicitaron una ambulancia pero ante la demora de la unidad, fueron ellos los que trasladaron a las víctimas hasta el hospital José M. Cullen.
Ya en este nosocomio al hombre se le diagnosticó traumatismo de cráneo, con herida de arma de fuego en brazo izquierdo con dos orificios de entrada y salida. Se informó además que el hombre padecía fractura de cráneo con hemorragia cerebral.
Tras la evaluación de los médicos, el hombre quedó internado siendo su estado delicado y su pronóstico de carácter reservado.
En tanto, a la esposa se le diagnosticó herida de arma blanca en cráneo y traumatismo en rodilla izquierda.
Un rato después en el lugar de los hechos trabajaron los peritos del área pericial y se dio conocimiento al fiscal de Homicidios en turno, Dr. Jorge Nessier quien dispuso que las actuaciones sean elevadas a la sección Homicidios de la PDI.