Festejos de Colón Campeón: desestiman la teoría de enfrentamiento entre barras bravas
La historia del camión rojo repleto de hinchas sabaleros dispuestos a tomar la sede del club Unión aquel 6 de junio; y otras versiones anunciadas desde el Ministerio de Seguridad, fueron descartadas y archivadas por la fiscalía.
Un mensaje en redes sociales convocando a hinchas de Unión a defender la sede de avenida López y Planes; un camión rojo cargado con 35 colonistas dispuestos a tomar por asalto las instalaciones del clásico rival; y las teorías conspirativas de inminentes enfrentamientos de las barras bravas aquel memorable fin de semana sangre y luto del 5 y 6 de junio de 2021, fueron desestimadas por el Ministerio Público de la Acusación (MPA) que archivó las investigaciones por falta de evidencia.
Fue en época de pandemia y restricciones. No se podía ir a la cancha, los encuentros masivos estaban prohibidos y la circulación para los no esenciales estaba restringida de 18 a 6 todos los días de la semana.
Sin embargo, después de aquel viernes 4 de junio glorioso para el pueblo colonista y durante todo el fin de semana, la ciudad de Santa Fe se convirtió en una caravana intratable, que a puro canto, corazón y bocinas inundó las calles a las que nadie salía desde hacía meses.
Aquel viernes, pisando las 9 de la noche, el sabalero se consagró por primera vez en su historia como campeón del fútbol argentino al vencer 3 a 0 a Racing en la final de la Copa de la Liga Profesional y la algarabía fue total.
Fernando Nicola (Drone) El Mercedes Benz rojo, repleto de hinchas, sobresale en la escena en la que predominan autos particulares.
El Mercedes Benz rojo, repleto de hinchas, sobresale en la escena en la que predominan autos particulares.Foto: Fernando Nicola (Drone)
Pelea de barras
Para contrarrestar el efecto contagio (se estaba en medio de lo peor de la crisis sanitaria por Covid-19), las autoridades provinciales y municipales intentaron por varios frentes, primero disuadir y finalmente evitar las concentraciones de personas en los clásicos lugares de encuentro santafesino, como el Puente Colgante, la rotonda del Faro de la costanera y la popular esquina de bulevar y 25 de Mayo, entre otras.
Para ello hubo una campaña previa en los medios de comunicación de la ciudad, mediante la cual se le pidió a la gente que en caso de haber festejos, fueran “medidos”, en las veredas de sus casas, en familia y así evitar el colapso. Pero el colapso ocurrió y con él, surgieron nuevos fantasmas: los posibles escenarios de enfrentamiento con barras de Unión.
Aunque no llegó a oídos de los fiscales por la vía oficial, la versión que ofreció en una entrevista radial y luego en un medio televisivo el subsecretario de Seguridad Preventiva de la provincia, Diego Llumá, -un funcionario de segunda línea de la gestión del exministro Marcelo Sain- motivó la apertura de una investigación, en la que se evaluó la hipótesis de enfrentamientos.
La tarea estuvo a cargo del fiscal Estanislao Giavedoni, por ese entonces al frente de la denominada Brigada Anticuarentena, que se creo en marzo de 2020 para castigar a quienes infringieran los decretos presidenciales, especialmente durante la primera etapa de aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), signado por el surgimiento de las “fiestas clandestinas”, entre las infracciones más frecuentes.
El Litoral El camión fue secuestrado el domingo por la noche en Lamadrid y Primera Junta, donde se produjeron 35 arrestos.
El camión fue secuestrado el domingo por la noche en Lamadrid y Primera Junta, donde se produjeron 35 arrestos.Foto: El Litoral
Hipótesis y pedido fiscal
El lunes 7 de junio Llumá habló claramente de una hipótesis de “confrontación entre barras-bravas” y de “tomar el club Unión” por parte de una facción de la barra de Colón que se movilizaba en un camión rojo, los cuales fueron “neutralizados” a causa del “buen accionar policial”.
Ante sus afirmaciones, la Fiscalía lo invitó para que ratificara y ampliara dichos pronósticos, para poder darle curso a una investigación fiscal y evitar que los confabuladores quedaran impunes. Hasta ese momento, sólo habían llegado dos partes comunicativos de la Policía sobre presuntos delitos, pero que nada aportaban respecto de la versión del funcionario de Seguridad.
El 11 de junio Llumá remitió un informe de 30 páginas con una amplia descripción de los operativos diseñados como consecuencia del partido entre Colón y Racing y sobre los posteriores festejos. Para la fiscalía, el escrito “era poco y nada pertinente al objeto del requerimiento de información formulado”.
Manuel Alberto Fabatía El operativo policial se desplegó con éxito, al punto que en la mayoría de los casos no fue necesario el empleo de la fuerza.
El operativo policial se desplegó con éxito, al punto que en la mayoría de los casos no fue necesario el empleo de la fuerza.Foto: Manuel Alberto Fabatía
Las piedras y el camión
Allí se describen los dos hechos mencionados en las actas con las que contaba el MPA y se inserta una tercera, del 6 de junio, en la que se describe un procedimiento en el club Unión con participación de barras.
Primero, el sábado 5 de junio la Comisaría 6ta. de Barranquitas, refirió lo ocurrido alrededor de las 18.30 en la sede unionista, en la que personal policial acudió ante la denuncia al 911 sobre la presencia de menores de edad arrojando piedras desde adentro del club. En ese momento, el encargado no permitió el ingreso de la fuerza pública aludiendo a que no estaba autorizado por la dirigencia y como el hecho denunciado no pudo ser corroborado, se fueron.
El segundo hecho hace alusión a los muchachos del camión Mercedes Benz rojo, que el domingo fueron detenidos en jurisdicción de la Comisaría 4ta. luego de que recorrieran media ciudad, junto a una caravana de motos. Sólo se registraron disturbios en la zona de la avenida Alem y como parte del operativo, fueron desviados para evitar que cruzaran frente a la entidad tatengue.
Como consecuencia del operativo, esa noche fueron detenidas 35 personas en Lamadrid y Primera Junta y el camión fue secuestrado por la policía. A los participantes se les abrió causa por por haber violado las medidas sanitarias y de restricción a la circulación, fueron imputados y se acordaron vías alternativas para la resolución del conflicto penal. Lo que sí estaba claro para la fiscalía era que ninguno de ellos pertenecía a la barra brava de Colón y que no eran personas con antecedentes penales, según un informe del Organismo de Investigaciones (OI).
Es decir que, más allá de lo ocurrido, para la fiscalía no pudo acreditarse “que haya existido la organización de un plan de la barra brava de Colón para dirigirse a buscar a la barra brava de Unión, ni que el objetivo de los ocupantes del camión haya sido ‘tomar el estadio de Unión’”.
Y si bien es cierto que el trabajo policial resultó efectivo gracias a la prevención, la propia fuerza reconoció que “hubo escasos registros de confrontaciones con la policía o necesidad del empleo de la fuerza”.
Pero el domingo, según lo sostuvo el funcionario de Seguridad, hubo una versión de banderazo de Colón y de convocatoria por redes sociales a los hinchas de Unión para “defender” la sede. Luego en horas de la siesta, se constató la presencia de personas lanzando piedras a los autos que pasaban tocando bocina por el portón Nº 10 de calle Pellegrini, entre Perón y Freyre. Y lo que parecía un foco de conflicto fue resuelto por la policía, que desde el exterior efectuó disparos con balas antitumulto hacia donde estaban los tira-piedras.
Los días siguientes, con las cámaras de seguridad exteriores y las del club, se supo que quienes habían accedido al playón de estacionamiento de Unión habrían sido los “mellis” Fabián y Adrián G., reconocidos jefes de la barra.
Entraron en horas de la siesta junto a otros jóvenes y se sentaron en torno a una mesa con mantel, servida en el patio, cuando de pronto comenzaron a lanzar cascotes a un vehículo que embanderado con los colores del eterno rival se paró a tocar bocina frente al viejo Iturraspe.
Como resultado el fiscal Giavedoni analizó el relato periodístico de Llumá, en perspectiva con los informes de las actuaciones policiales realizadas y llegó a la conclusión de que el primero de los hechos -lanzamiento de piedras el 5 de junio- “no pudo ser corroborado”; al igual que segundo, referido al camión. Y a propósito del tercero -el de mayor alarma- “no existen otras constancias o evidencias que acrediten la organización de un enfrentamiento entre barras bravas, y los hechos tal y como han sido descriptos y acreditados, no pueden ser subsumidos en una figura penal”.