A pesar del frío y las prohibiciones para realizar reuniones en el marco de la pandemia por coronavirus Covid-19, durante el fin de semana largo se registraron al menos cuatro operativos de magnitud para desbaratar fiestas clandestinas. Abocados a la labor estuvieron inspectores municipales, personal policial y fiscales del Ministerio Público de la Acusación.
En representación de estos últimos, el fiscal Estanislao Giavedoni, a cargo de la Brigada Anticuarentena del MPA, ofreció este lunes una conferencia de prensa a través de la cual expresó su “preocupación” y calificó de “grave” la falta de aceptación de las nuevas pautas de convivencia por parte de un sector de la sociedad.
“Queremos que este tipo de cosas no vuelvan a suceder”, aseguró Giavedoni, en referencia puntual a cuatro casos que derivaron en la apertura de causas penales a los responsables de cada evento. “Es muy preocupante”, continuó, porque “esta no es la primera vez. La semana pasada hubo otros eventos de similares características que la municipalidad, a través de la Secretaría de Control, estuvo interviniendo y nosotros de oficio iniciamos las actuaciones penales”.
A propósito de lo ocurrido entre la noche del sábado 11 y la madrugada del domingo 12 de julio, la municipalidad informó que la primera de las fiestas se desarrollaba en callejón El Sable al 3000. En el lugar había más de 400 personas y una importante infraestructura armada para el desarrollo del evento clandestino. Los agentes municipales llegaron al local donde funciona un lavadero de autos, junto al personal policial y desalojaron a las personas que estaban allí. Desde la Municipalidad se labró el acta correspondiente y la policía procedió a la detención del dueño del inmueble.
Otra de las fiestas se realizaba en un club ubicado en avenida Mosconi al 2200. En el lugar se encontraron más de 200 personas por lo que el personal municipal procedió a desalojar y labrar las actas de infracción correspondientes.
Por último, el municipio intervino en otros dos eventos que se concretaban en la ciudad, donde se reunían 20 personas en cada uno, en La Rioja al 3300 y Urquiza al 9500. En ambos casos se completaron los desalojos y se confeccionaron las actas de infracción.
Acerca del evento de mayor magnitud, el Dr. Giavedoni agregó que “se toma conocimiento a través de las redes sociales de la existencia de esta fiesta y de la policía por llamadas del 911 que hacen los vecinos”. En ese sentido, recalcó que “es muy importante que sean los vecinos los que adviertan de eventos de magnitud”, porque “no estamos hablando de 30 o 40 personas sino muchas más”. De hecho “cuando arriba el personal policial y municipal hubo gente que todavía estaba ingresando a la fiesta y se tuvieron que ir”.
En cuanto a la responsabilidad penal por lo ocurrido, Giavedoni explicó que “hasta ahora tenemos un solo imputado que va a ser citado”, al igual que con el resto de las personas identificadas en el fin de semana.
Para Giavedoni, “lo grave es que no se comprende que el distanciamiento social implica una responsabilidad” que es la que “nos permite hoy tener la gran suerte de podernos mover” mientras que “hay una parte de la población (del país) que no puede ni reunirse con sus familiares” y “este tipo de cuestiones hace que nuestros dirigentes reevaluen situaciones” respecto de las restricciones establecidas.