Desde el Ministerio Público de la Acusación solicitaron 35 años de prisión para el preparador físico G.O.C. acusado de 9 abusos sexuales, tres de ellos con acceso carnal.
El imputado tenía un gimnasio en la esquina de Francia y 25 de Mayo de Venado Tuerto. Aseguró que “Dios sabe que soy inocente”. La sentencia se dará a conocer el 26 de este mes.
Desde el Ministerio Público de la Acusación solicitaron 35 años de prisión para el preparador físico G.O.C. acusado de 9 abusos sexuales, tres de ellos con acceso carnal.
En la audiencia de alegatos que se llevó adelante durante la jornada de este viernes, la abogada querellante planteó la misma pena que la fiscal Florencia Schiappa Pietra, mientras que la defensora del acusado se basó en el principio de inocencia esgrimido por su defendido, solicitando en su defecto una pena morigerada en caso de que el tribunal encuentre elementos probatorios.
Por su parte, el imputado aseguró que “Dios sabe que soy inocente”, y señaló que de lo único que se arrepiente en “la vida es haber enviado a mi madre a un geriátrico”.
Luego de 10 audiencia en las que pasaron 57 testigos, en la mañana de este viernes llegó el turno de los alegatos, previo a la sentencia que se dará a conocer el 26 de marzo. Minutos después de las 8 horas hizo uso de la palabra el preparador físico que se encuentra detenido desde mediados de 2021.
“Me siento en una silla de ejecución”, comenzó diciendo, para agregar que ya “fui condenado en los medios de comunicación y en las redes sociales”. Dijo que no es “culpable”, que declara “ante Dios” y que “la única prueba que tienen es la palabra”.
G.O.C. desde el inicio del juicio fue tomando nota de lo que manifestaron sus ex alumnas como así también los testigos que pasaron por el tribunal. Pero un pequeño detalle hizo que las cosas no salgan como las pensaba: se olvidó los lentes en la Alcaidía de Melincué.
De esta manera, intentó ir rebatiendo una a una las acusaciones. Apuntó a un par de alumnas que supuestamente se molestaron con él y “arrastraron al resto a sumarse a la denuncia”. Criticó el accionar de algunos padres y destacó la posición tomadas por otros: “Todos los días oro por ellos”, afirmó.
Aseveró no ser “culpable”, y señaló que “en Melincué hay muchos inocentes detenidos”. Pidió que “Dios me quite la vida si miento”, y con reproches a sus ex alumnas mencionó que “hay que levantarse todos los días sabiendo que condenaron a alguien con una mentira”.
Seguidamente fue el turno de la fiscal Florencia Schiappa Pietra quien realizó durante casi tres horas un repaso de todas las denuncias que fueron presentadas contra el preparador físico. Hizo hincapié en el mecanismo utilizado para cometer los abusos, que se dieron generalmente en una sala pequeña donde se encontraba una camilla en el gimnasio de Francia y 25 de Mayo.
Destacó el testimonio brindado por distintos profesionales, quienes hicieron referencia a las “malas prácticas” implementadas por el acusado que derivaban posteriormente en los abusos sexuales que fueron desde tocamientos y masajes en las zonas íntimas y genitales de las víctimas, hasta los tres hechos de acceso carnal.
La fiscal destacó como el imputado se ganaba la confianza de los padres de sus alumnas, para posteriormente realizar viajes de entrenamiento en donde también se daban los abusos.
Finalmente terminó solicitando una pena de 35 años de prisión por un total de 9 abusos sexuales con distintas calificaciones desde lo legal: por los delitos en perjuicio de dos de las nueve víctimas, el acusado es juzgado por abuso sexual con acceso carnal, abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores. Todos los delitos fueron atribuidos agravados por ser el acusado encargado de la educación. También se le endilgó la autoría de cinco hechos de abuso sexual gravemente ultrajante; un hecho de abuso sexual con acceso carnal y un hecho de abuso sexual simple. Todos estos ilícitos también son agravados por ser encargado de la educación.
Ana María Regidor es la abogada querellante, representando a una de las víctimas. A lo largo de una hora describió todo lo padecido por su representada, quien durante el tiempo que concurrió al gimnasio se expuso a un escenario de “violencia, amenazas y abuso de poder”. Dijo que el preparador físico la sometió “a engaños para satisfacer sus deseos sexuales”.
El primer ataque ocurrió en el año 2020 cuando la joven tenía 14 años y el entrenador 50. Posteriormente fue escalando la violencia sexual y se registró el abuso con acceso carnal en el año 2021 en la camilla del gimnasio. Luego el accionar se repitió en el departamento del preparador físico al cual concurrían generalmente los días sábados con la excusa de “hacer escaleras”.
Regidor le solicitó a tribunal integrado por Lorena Garini, Benjamín Révori y Aldo Baravalle que a la hora de la condena no hagan un promedio entra le pena mínima en expectativa y la máxima, sino que tengan en cuenta la cantidad de denuncias que pesan sobre el entrenador. En consecuencia, se sumó a los 35 años solicitado por la fiscal.
Melisa Andreata es la Defensora Pública que representó al acusado. Comenzó remarcando que en el caso de que el tribunal no acoja la defensa material que hizo el imputado (declararse inocente), realizó planteos subsidiarios haciendo un repaso uno por uno de los casos denunciados. En uno solicitó la prescripción, al haber pasado los 10 años desde que la víctima pudo haber realizado la denuncia. En otro, coincidió con la calificación legal: abuso sexual simple. En seis pidió que se “morigere” la carátula, por entender que no fueron de tal gravedad.
Y en el caso más grave (abuso sexual con acceso carnal genital) planteó que hubo una situación de consentimiento entre la alumna que en ese momento tenía 14 años y el profesor de 50. En consecuencia, pidió que sea juzgado por estupro.