Para desempeñarse a cargo de la Fiscalía Regional de Rosario será designada una mujer. El puesto será cubierto de manera interina hasta que el gobierno provincial llame a concurso para designar al reemplazante de Patricio Serjal, destituido de su cargo por decisión del gobernador Omar Perotti, quien con un decreto firmado ayer resolvió que el exconductor de los fiscales de la ciudad sospechado de corrupción no podrá volver a ocupar cargos en el Poder Judicial.
Serjal tenía mandato como fiscal regional hasta abril del año próximo. La investigación que implica a dos fiscales por dar cobertura a una red de extorsión y juego clandestino lo forzó a presentar la renuncia al cargo de regional que fue aceptada. Ayer también elevó su renuncia a su cargo de fiscal común, lo que quedó como un acto abstracto dada la decisión de Perotti.
Fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA) de Santa Fe indicaron que el fiscal general de la provincia, Jorge Baclini, que debe designar la sucesión interina de Serjal, se inclinará por una mujer. El nombre de la reemplazante saldrá de los de los fiscales que se desempeñan en la circunscripción de Rosario de la fiscalía. El argumento es que, desde la puesta en marcha del nuevo sistema procesal penal, los fiscales regionales fueron varones y que hay muchas mujeres en inobjetables condiciones para conducir la persecución del delito en la mayor regional de la provincia.
Tenés que leerEl gobernador aceptó la renuncia de Serjal y lo desvinculó del Poder Judicial La designación interina es resorte de Baclini, quien debe definir alternativas entre los fiscales de Rosario, lo que será analizado a partir de mañana. La Fiscalía Regional de la 2ª Circunscripción incluye a Rosario y las filiales de Villa Constitución, San Lorenzo, Casilda y Cañada de Gómez.
Piden prisión preventiva para Ponce Asahad
En tanto, los fiscales de la Agencia de Criminalidad Organizada Gisella Paolicelli y Matías Edery pidieron la prisión preventiva del fiscal Gustavo Ponce Asahad en la audiencia imputativa que se desarrolla esta tarde en el Centro de Justicia Penal. El fiscal se declaró "inocente", sostuvo que está "devastado" por esta situación y confirmó que estuvo "internado transitoriamente" durante el fin de semana, producto del momento que está viviendo.
El fiscal Gustavo Ponce Asahad, acusado de haberle exigido importantes sumas de dinero a cambio de protección judicial a un empresario ligado a una red de juego ilegal y a una organización de extorsionadores, va sumando a cada paso acusaciones de alto tenor que involucran a nuevos personajes de la provincia. Desde las 15.30, los fiscales Paolicelli y Edery expusieron los fundamentos de la acusación por delitos contra la administración pública cometidos en el marco de un plan destinado a recibir dinero de parte de Peiti a cambio de brindarle información sobre investigaciones en su contra y obstruir el accionar judicial en algunos expedientes en los que estaba mencionado.
Según la acusación, la relación entre Ponce Asahad y Leonardo Peiti comenzó a partir de un llamado del propio funcionario tras saber que su interlocutor estaba siendo investigado en la fiscalía de Melincué. Tras ello se reunieron en un bar cercano al domicilio del fiscal en el cuaéste le dijo a Peiti que por una suma de entre 4 mil y 5 mil dólares mensuales, podría ayudarlo a que la causa no prospere.
Asimismo, los fiscales reprodujeron lo que el viernes de la semana pasada Peiti ventiló en la audiencia en la que fue imputado y remarcaron que fueron varios los encuentros que mantuvo con Ponce Asahad, muchos de los cuales fueron corroborados por filmaciones de los lugares donde se producían, como una panadería de Dorrego al 1200 y la cochera de un restaurante, y confirmados por las descripciones que diera Peiti sobre la ropa y el auto que el fiscal utilizó esos días. La relación entre ambos, dijeron los fiscales, tuvo un giro abrupto tras el allanamiento a varias propiedades de Peiti y su familia y el hombre quedó vinculado a una red de extorsionadores. Entonces, siempre según la acusación, Ponce Asahad le exigió 100 mil dólares al empresario para desvincularlo de la causa, aunque debió bajar sus exigencias ante la negativa de Peiti y conformarse con sólo 10 mil de la moneda estadounidense.
En la audiencia, la fiscal Paolicelli remarcó que, siempre de acuerdo a la denuncia hecha por Peiti el viernes pasado cuando fue imputado, “a veces las coimas a Ponce Asahad las trasladaba un abogado” que tenía vínculos con ambos.