Un hombre de 39 años fue condenado a 12 años de prisión por haber abusado sexualmente de su hija adolescente en Fortín Olmos (departamento Vera).
Tiene 39 años y llevó adelante su accionar delictivo en reiteradas oportunidades. La chica denunció para proteger a sus hermanas menores.
Un hombre de 39 años fue condenado a 12 años de prisión por haber abusado sexualmente de su hija adolescente en Fortín Olmos (departamento Vera).
La sentencia fue resuelta por unanimidad por un tribunal integrado por las juezas Claudia Bressán (presidenta) y Natalia Palud, y el juez Mauricio Martelossi en el marco de un juicio oral que se desarrolló en los tribunales de Vera. El veredicto fue comunicado en una audiencia que se realizó de manera remota.
El fiscal que representó al MPA en el debate es Valentín Hereñú. Tras conocer lo dispuesto por los magistrados, el fiscal valoró que "el padre de la víctima fue condenado a una pena cercana a la que solicitamos y por la calificación penal que propusimos en la acusación".
Las iniciales del condenado son MAR. Su nombre completo no se brinda para evitar la revictimización de su hija, quien tiene el mismo apellido que él.
El hombre de 39 años fue condenado como autor de “abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido por un ascendente de la víctima”.
Hereñú sostuvo que "los ilícitos fueron cometidos en reiteradas oportunidades durante 2020, en ocasiones en las que la hija del condenado iba de visita a la casa en la que él vivía", y precisó que "por entonces, ella cursaba la escuela secundaria".
"El hombre de 39 años aprovechó ocasiones en las que se quedó a solas con su hija para agredirla sexualmente sin que ella pudiera defenderse ni recibir ayuda por parte de alguien más", aseveró.
"Para procurar su impunidad, el atacante se valió de la figura de autoridad que representaba para su hija y la instó a no contarle a nadie sobre los hechos violentos a los que la sometía", planteó.
Con todo, el fiscal expuso que "un año después, la víctima logró hablar sobre los abusos, por temor a que sus hermanas menores padecieran situaciones similares cuando estaban en la vivienda de su padre".
Hereñú puntualizó que “el develamiento se produjo a partir de una descompostura que tuvo la víctima en la escuela” e hizo hincapié en que “recién pudo hablar de sus padecimientos ante el médico de guardia del hospital al cual fue trasladada, y con su mamá presente”.
Por otro lado, el representante del MPA remarcó que "la conducta delictiva del condenado tuvo entidad suficiente para afectar de manera negativa el normal y progresivo desarrollo sexual de la víctima".
Al respecto, afirmó que "la adolescente fue vulnerada en su esfera más íntima por parte de un integrante de su núcleo familiar, donde hasta ese momento ella percibía un círculo de seguridad".