Francisco Prudencio Vargas tiene 24 años y este jueves fue condenado a seis meses de prisión de cumplimiento efectivo por haber cometido un robo y un hurto en un templo evangélico ubicado en la zona noroeste de la ciudad de Santa Fe.
El delito investigado tuvo lugar en un edificio ubicado en el cruce de Camino Viejo a Esperanza y Regimiento 12 de Infantería. El muchacho se llevó del lugar cableado, perfiles, chapas y bancos de madera, entre otras cosas.
Francisco Prudencio Vargas tiene 24 años y este jueves fue condenado a seis meses de prisión de cumplimiento efectivo por haber cometido un robo y un hurto en un templo evangélico ubicado en la zona noroeste de la ciudad de Santa Fe.
La pena fue impuesta por el juez Luis Octavio Silva, en un juicio en el que se abreviaron los procedimientos que se desarrolló en los tribunales de la capital provincial. A raíz de que Vargas tiene un antecedente penal condenatorio, el magistrado lo declaró reincidente.
La fiscal Rosana Peresín realizó la investigación y representó al Ministerio Público de la Acusación en la audiencia en la que se impuso la condena.
La representante del MPA señaló que "los ilícitos fueron cometidos el martes de la semana pasada y el lunes de esta en la misma iglesia ubicada en inmediaciones de Camino Viejo a Esperanza y Regimiento 12 de Infantería". Al respecto, puntualizó que "en una ocasión, Vargas actuó junto con una mujer que ya fue identificada".
"Tras cortar un candado que había sido colocado en una puerta del templo como medida de seguridad, el condenado se apoderó ilegítimamente del cableado eléctrico, perfiles de chapa y bancos de madera", detalló Peresín. "A su vez, en la otra oportunidad en la que ingresó al lugar, sustrajo chapas galvanizadas", agregó.
Vargas reconoció expresamente su responsabilidad penal como autor de los delitos de robo y hurto. Junto con su abogada defensora, aceptaron la calificación penal propuesta por la Fiscalía, la pena a seis meses de prisión efectiva y la decisión de abreviar los procedimientos del juicio.
Por su parte, el pastor de la iglesia prestó su conformidad con lo resuelto.
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