Gobernador Crespo es una pequeña localidad del departamento santafesino San Justo, donde el miércoles pasado al mediodía un hombre de 39 años mató a tiros a su ex esposa de 28 y luego se suicidó.
"No había ninguna denuncia en la comuna ni en la policía", dijo el presidente comunal Luciano Lemaire.
Gobernador Crespo es una pequeña localidad del departamento santafesino San Justo, donde el miércoles pasado al mediodía un hombre de 39 años mató a tiros a su ex esposa de 28 y luego se suicidó.
Con aproximadamente 6.500 habitantes, el pueblo se caracteriza por albergar numerosas empresas e industrias. La más emblemática es una láctea, pero también cuenta en su jurisdicción con fábricas de muebles a medida y de aberturas de aluminio, entre otras. El pueblo entero está en shock por la muerte violenta de dos de sus vecinos: Matías Nagel, de 39 años, y Romina Bustos, de 28.
Ambos habían sido pareja y tenían hijos pequeños entre sí. Fallecieron por disparos de arma de fuego. Según los primeros indicios, él ejecutó a la mujer de varios tiros y luego se quitó la vida.
La primera pregunta que surge es si existían antecedentes de violencia o denuncias previas que hicieran presumir que se trató de un femicidio y suicidio evitables.
Las respuestas llegan por vías separadas. Por un lado, el presidente comunal de Gobernador Crespo, Luciano Lemaire, dijo a El Litoral que "no había ninguna denuncia en la comuna ni en la policía". Por otro lado, desde la Fiscalía de San Justo, a cargo de Guillermo Persello, coincidieron en que "no había antecedentes de denuncias previas".
Lemaire es presidente comunal de la localidad desde 2011. A principios del mes que viene, asumirá su 7° mandato consecutivo, porque en las elecciones de este año volvió a ganar con el 67 por ciento de los votos, a pesar de que su espacio (PJ) perdió allí en las nacionales y provinciales (triunfaron Javier Milei y Maximiliano Pullaro, respectivamente).
"Conocía de vista a estos chicos, de cruzarnos en la calle. Vengo del Club Unión, porque mi hijo estaba jugando al fútbol en el salón y me acordé que la chica colaboraba cobrando en el bar si alguien compraba un choripán o una bebida. Estaba en la caja. Pasé y me trajo ese recuerdo. El chico trabajaba en una empresa de transporte de hacienda", manifestó Lemaire.
"En el pueblo hay como un silencio. La vida sigue, pero está como en pausa todo. Lamentablemente no se pudo prevenir. No había ninguna denuncia en la comuna ni en la policía. Es atípico lo que ocurrió", se lamentó.
El ataque letal se produjo en horas del mediodía de este miércoles 22 de noviembre, en la intersección de las calles España y Candioti. El atacante, que se había comunicado con la mujer para pedirle que lo trasladara al Samco para hacerse unas curaciones en una de sus piernas, aprovechó la ocasión para ejecutarla.
Un testigo ocasional, un joven que había iniciado una reciente relación con la víctima, comenzó a seguirlos en moto al advertir la presencia del exmarido. A los pocos metros escuchó las detonaciones, que confundió con explosiones de motor. Pero al acercarse al vehículo vio a Romina bañada en sangre en el asiento del conductor.
El agresor Nagel alcanzó a salir del habitáculo y se dirigió hasta su casa, ubicada a muy pocos metros del lugar, donde recargó el arma de puño y se quitó la vida. El testigo reconoció haber oído al menos cinco detonaciones de arma de fuego, las cuales impactaron en zona de tórax lado derecho y en la cabeza de la mujer. Fuentes del lugar señalaron que Nagel y Bustos tenía tres hijos en común, de 4, 6 y 8 años.