Este viernes 19 de noviembre es el Día Mundial para la prevención y lucha contra el abuso sexual infantil, un delito a que afecta a todos los países, comunidades y sectores sociales. Una intervención "puede cambiar destinos", y por eso "la problemática del ASI nos compromete a todos".
Según Unicef, 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños son víctimas de ASI antes de cumplir los 18 años. Es uno de los delitos menos denunciados -sólo en un 10%- y más impunes, ya que de cada 1000 denuncias, sólo una tiene sentencia firme. De los agresores, el 90% son varones y el 75% son familiares o pertenecen al círculo íntimo de la víctima: además, el 53% de los hechos suceden en el hogar.
El 19 de noviembre fue definido como el "Día Mundial para la prevención y lucha contra el abuso sexual infantil" hace 21 años, en el 2000, por la Fundación de la Cumbre Mundial de la Mujer (FCMM).
El Litoral entrevistó a la Psiquiatra Infanto Juvenil Silvia Ongini, cofundadora del Centro de Prevención y Atención de Abuso Sexual en la Infancia y Adolescencia (CePASI) y coautora del libro "Romper el Silencio. Por infancias y adolescencias libres de violencia sexual", quien se refirió a las características de este delito y las "marcas" que deja en las víctimas.
Cuando hablamos de abuso sexual en la infancia, nos referimos a "la intromisión de la sexualidad adulta en un psiquismo que no está preparado para consentir". Es cuando se involucra a los niños, niñas y adolescentes (NNyA) en actividades sexuales que "no pueden procesar ni asimilar, porque no tienen el desarrollo subjetivo ni neurobiológico necesario", no son lo suficientemente maduros.
Ongini señala que es importante diferenciar violación de abuso sexual, ya que "la primera siempre es un hecho violento, que muchas veces involucra acceso carnal". En cambio, "el abuso sexual no necesariamente supone un contacto físico".
En su informe "Abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes. Una guía para tomar acciones y proteger sus derechos", Unicef se refiere a las distintas formas de violencia sexual.
El exhibicionismo y el voyeurismo.
Actitudes intrusivas sexualizadas, como efectuar comentarios lascivos e indagaciones inapropiadas acerca de la intimidad sexual de los NNyA.
La exhibición de pornografía.
Instarlos a que tengan sexo entre sí o fotografiarlos en poses sexuales.
Contactarlos vía internet con propósitos sexuales (grooming).
Los manoseos, frotamientos, contactos y besos sexuales.
El coito interfemoral (entre los muslos).
La penetración sexual o su intento, por vía vaginal, anal y bucal aún cuando se introduzcan objetos.
El abuso sexual "es una de las formas más graves de maltrato infantil por cómo se inscribe en la psiquis. Es un vínculo depredador, que se apoya en un vínculo de amor y confianza previo, o de dependencia" señaló la psiquiatra. Es decir, psicológicamente es "como que se le está abriendo la puerta al enemigo que viene disfrazado de amigo", a un lobo en piel de cordero.
Entonces, "todos los mecanismos psíquicos de los NNyA empiezan a tratar de entender algo que les es incomprensible" y esto trae consecuencias, como por ejemplo la disociación o la amnesia. "Hoy sabemos científicamente que los abusos, por más que la gran mayoría no deja marcas físicas en el cuerpo, sí dejan marcas neurológicas".
Tenés que leer"Cuando no hay condena social, la sociedad toda está abusando del niño"De hecho, "recién ahora estamos tomando plena dimensión del impacto que tiene el abuso sexual en la salud", que se asocia con depresión, ansiedad, intentos de suicidio y suicidios consumados, el consumo problemático de sustancias, las dificultades en los vínculos, entre otros. "Todas estas son formas en las que se truncó un destino", subrayó Ongini.
"Por eso decimos que el acceso a tratamientos adecuados, el frenar el abuso, que la sociedad castigue estas prácticas, que haya acceso a la justicia y un reconocimiento social de la víctima como víctima, mejora muchísimo el pronóstico. Por eso la problemática del ASI nos compromete a todos", enfatizó, porque "una intervención a tiempo, una palabra o una escucha adecuadas cambian destinos".