Durante las últimas horas se hizo público el hallazgo del cuerpo sin vida de Paula Martínez, una joven de 23 años que en 2016 denunció que fue drogada y violada en grupo por varios hombres en el partido bonaerense de Florencio Varela. La víctima estaba a la espera de que comience el juicio contra los acusados de ese hecho.
Según detallaron fuentes policiales, la mujer fue encontrada por uno de sus tíos y los investigadores creen que se pudo haber tratado de un suicidio, ya que la chica se habría querido quitar la vida en otras oportunidades.
Un dato que toma mayor relevancia tras este lamentable hecho es que desde que se inició la causa judicial por su presunto abuso sexual la muchacha también hizo más de 30 denuncias por hostigamiento y amenaza de muerte por parte de los familiares de los detenidos.
Incluso, en marzo de 2020 Martínez fue agredida verbalmente por vecinos del barrio cuando estaba dando una entrevista para un medio nacional junto a su mamá: “Esto es lo que sufro siempre, constantemente. Es inhumano vivir así y yo no entiendo cómo la Justicia sigue sin hacer nada. Está bien, (los acusados) están presos, pero esto también es una injusticia”, manifestó la joven en aquel momento.
De acuerdo con su versión de los hechos, la violación ocurrió en diciembre del 2016, cuando fue a la fiesta que organizó una mujer en una vivienda ubicada sobre la calle Guardia Nacional, en la mencionada ciudad del conurbano.
En diálogo con otro medio, la chica detalló que el día de la fiesta la vecina la fue a buscar “tres veces” porque las primeras dos ella se negó a ir a la reunión familiar porque ya no tenía relación con esa gente, pero finalmente accedió.
“Cuando voy, el primo de ella, uno de los violadores, me dio una bebida que yo creo que ahí estaba la droga. De ahí en adelante empecé a sentirme mal, mareada, se me acerca otro de los violadores, que es el que me habló y me volvió loca toda la noche, y desde ahí recuerdo poco y nada”, contó.
Según contó ella misma, en un momento de la madrugada los presuntos agresores la “llevaron a la esquina” y la subieron “a una camioneta blanca tipo Traffic”, en la cual la trasladaron hasta el domicilio “de otro de los violadores”.