Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Lo dice Américo Saucedo, el padre de María Fernanda, quien fue asesinada de un tiro. Intensa búsqueda del asesino.
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Está claro que María Fernanda Saucedo (34) fue víctima de su propio infierno. Pero ese infierno permitió conocer lo que pasa en muchos barrios de la ciudad cuando son penetrados por el submundo de las drogas.
La vida de “Churu” (como la llamaban sus íntimos) se terminó en la noche del sábado cuando un malviviente le destrozó el corazón de un tiro, tras atacarla en plena calle y robarle una “riñonera” que llevaba en su cintura.
Sin embargo, la existencia de esta mujer había comenzado a apagarse mucho antes. En rigor, cuando fue captada por un grupo de inescrupulosos que la hundieron en ese fango.
Al tiempo de deambular por ese mundo, “Churu” comenzó a evidenciar cambios radicales. Poco a poco esa morocha simpática y conversadora, se volvió una persona huraña y solitaria.
Tanto fue así que hasta tomó distancia de su propia familia, aunque a duras penas logró sobrellevar la relación con sus dos hijos, de 15 y 3 años.
No se debe pasar por alto que María Fernanda comenzó su descenso a las oscuridades desde la humilde finca que habitaba, a la vuelta de la subcomisaría 10ª.
Poco después abandonó esta vivienda tras realizar un sospechoso “trueque” que le permitió mudarse más cerca de sus amigos de aventuras.
“Luché por ella”
* “Yo fui un testigo directo de cómo mi hija fue cayendo en ese mundo asqueroso de las drogas. Ella consumía, pero no vendía, como algunos andan diciendo. Durante mucho tiempo he peleado para que comenzara una rehabilitación, pero ella era bastante rebelde”, dijo esta mañana Américo Saucedo, el padre de María Fernanda.
Quebrado por el dolor este hombre (quien es jubilado de la Policía de la provincia) agregó que “desde hace mucho tiempo en barrio San Lorenzo hay muchos rufianes que hacen desastres. Comercializan armas y drogas. Y las autoridades nada hacen para parar este flagelo”, sentenció.
Con respecto a la fatídica noche del sábado indicó que “el tipo que la mató es muy conocido acá. Ese tal ‘Francis’, todos lo conocen. Cuando la agarró a mi hija en la calle, ella se resistió. Estuvieron como 10 minutos peleando. Finalmente, este individuo le pegó un tiro. No puede ser que todavía ande suelto”, se quejó.