La historia de un accidente ferroviario que casi provoca una tragedia en la Estación Belgrano
Ocurrió la noche del 29 de septiembre de 1957 cuando una locomotora se estrelló contra los paragolpes y continuó hasta el hall central del edificio. La destacada labor de un maquinista impidió que hubiera víctimas fatales. El recuerdo con la crónica de lo sucedido y fotos de ese día.
Archivo El Litoral La locomotra desvocada llegó hasta el hall central de la Estación
Hace 63 años un fuerte siniestro ferroviario dañó seriamente la Estación Belgrano, ubicada en el tradicional barrio Candioti de la ciudad de Santa Fe en el margen oeste de Bulevar Gálvez. Ocurrió la noche del 29 de septiembre cuando una locomotora impactó de lleno contra el paragolpes y continuó hasta el hall central. De milagro, no hubo víctimas fatales. En aquel momento se destacó la valentía de un empleado ferroviario que avisó justo a tiempo para evitar un desastre mayor.
Diario El Litoral cubrió el suceso y al día siguiente publicó una crónica muy detallada de lo ocurrido. Según el artículo, el incidente se produjo alrededor de las 20 cuando una locomotora de maniobras a cuya parte delantera estaba enganchada una chata que estaba estacionada a unos 300 metros de la cabina número 2 inició su marcha y se estrelló contra los paragolpes del final de la vía.
“Luego de rebasarlos hizo lo propio con una verja de hierro para continuar su marcha ya fuera de los rieles y traspasar una gruesa pared de las oficinas próximas a las boleterías para finalmente detenerse cuando la chata delantera ya se hallaba en el ‘hall’ central”, contó este diario en 1957.
En medio de la tensión que se provocó en ese momento, la audaz actitud de uno de los empleados ferroviarios pudo salvar la vida de varias personas que se encontraban en la estación y la tragedia no sea aún mayor. “Al ver pasar la máquina una velocidad desacostumbrada y que había hecho caso omiso a las señales de peligro que se le hicieran, sin pérdida de tiempo, (el sereno) se comunicó por teléfono con la oficina de tráfico, avisando a la única persona que se encontraba allí, que la abandonara de inmediato por cuanto venía a gran velocidad una máquina alzada”, relató El Litoral.
Archivo El Litoral El Litoral reflejó el grado de daños que provocó el accidente en la Estación
El Litoral reflejó el grado de daños que provocó el accidente en la Estación. Foto: Archivo El Litoral
En poco más de un minuto
Un poco más de un minuto pasó y se produjo la colisión; “muebles, útiles, trozos de mampostería y fragmentos de toda especie, fueron lanzados a regular distancia”, describió este diario al tiempo de dejar en claro que era insólito que no hubiera personas lesionadas. “Siendo verdaderamente notable el hecho que no se hayan producido desgracias personales, gracias a la actitud decidida del personal que advirtió el peligro inminente si no se desocupaba el sitio por donde habría de desembocar la locomotora sin freno ni control”, explicó este periódico hace 63 años atrás.
El día después, daños y escombros
La mañana siguiente al accidente, numerosos trabajadores ferroviarios y otros colaboradores, diagramaron una serie de tareas para remover la máquina entre los escombros que provocó el impacto. Los daños, según detalló El Litoral, fueron de “gran magnitud”.
“Una de las columnas del ‘hall’ fue parcialmente destruida y grandes trozos de mampostería se desprendieron por efectos del recio impacto, mientras que en el suelo se encontraban esparcidos, en gran desorden, los efectos de la oficina, cuyos muebles resultaron totalmente destruidos o inutilizados en gran medida”, puntualizó este diario en la crónica publicada el 30 de septiembre de 1957.
Archivo El Litoral El día después. Empleados ferroviarios y colaboradores realizaron tareas de remoción y limpieza
El día después. Empleados ferroviarios y colaboradores realizaron tareas de remoción y limpieza. Foto: Archivo El Litoral
Se convirtió en héroe
Como se dijo anteriormente, el hecho no tomó ribetes trágicos sino hubiese existido un llamado salvador a la oficina donde finalmente impactó la locomotora. “¡¡¡Disparen que se viene una máquina alzada!!!”, fueron las palabras que usó el señalero Orlando Garcilazo, quien se transformó en el héroe de la noche.
“La serenidad y visión inmediata de la catástrofe del señalero de primera Garcilazo, impidieron que lo que solo fueron pérdidas materiales, aumentara su magnitud con vidas humanas. No sabemos qué habrá pensado en esos momentos, pero lo cierto es que su serenidad supo sobreponerse a las contingencias y no vacilar ni un instante que podría haber sido fatal para muchas personas”, reflexionó El Litoral en relación al papel heroico de este trabajador ferroviario.
Archivo El Litoral El señalero Orlando Garcilazo, quien se transformó en el héroe de la noche
El señalero Orlando Garcilazo, quien se transformó en el héroe de la noche. Foto: Archivo El Litoral
Investigación y detenidos
Mientras se investigaba lo sucedido en la Estación Belgrano, personal de la policía federal, que tiene injerencia sobre el FFCC, detuvo a dos hombres. Así lo reflejó El Litoral por aquel entonces: “En cuanto a las causas que motivaron la puesta en marcha de la locomotora, no han podido ser establecidas. Se sabe sí que el maquinista y el foguista la habían abandonado momentos antes, ya que les correspondía el descanso reglamentario”.
Archivo El Litoral El hall central de la Estación Belgrano, todo un símbolo de la ciudad de Santa Fe
El hall central de la Estación Belgrano, todo un símbolo de la ciudad de Santa Fe. Foto: Archivo El Litoral
La estación
La Estación de Pasajeros, el primer nombre que llevó la actual Belgrano, fue inaugurada en 1928. Y por allí circulaban los usuarios del FFCC Central Norte Argentino que unía la capital santafesina con San Cristóbal. La terminal contaba con cuatro plataformas y seis vías. En la Planta Baja, estaban las oficinas operativas (Boletería, Jefe de Estación, Trenes, Encomiendas, Informes y Contaduría). Mientras que en Planta Alta funcionaban las oficinas de Superintendencia de Transporte y Comercial, División, Tracción, etc.
La desinversión en la red de trenes argentinos que comenzó a finales de 1980 y se acentuó en los ‘90 terminó con el flujo de usuarios del FF.CC. Hasta entonces prestaba servicios a Rafaela, San Francisco, Córdoba, San Justo, Resistencia, Tostado, Presidencia Roque Sáenz Peña, Añatuya, Rosario y Retiro.
Archivo El Litoral Hasta fines de los ´80 y principios de los ´90, la estación funcionaba a pleno.
Hasta fines de los ´80 y principios de los ´90, la estación funcionaba a pleno. Foto: Archivo El Litoral
Posteriormente, vino el abandono, el remate del inmueble y la puesta en valor por parte de la Municipalidad en los gobiernos de los intendentes Mario Barletta y José Corral, respectivamente.
Hoy, el edificio funciona como centro de eventos y fue escenario de actividades locales, nacionales e incluso internacionales, por ejemplo con la realización de la Cumbre de Presidentes del Mercosur (2019).