Joaquín Fidalgo
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“Los policías me mataron a palos. Estoy a punto de perder un riñón. Además, me amenazaron con matarme, con detener a mi hijo, con ‘plantarme pruebas falsas en mi auto y mi casa’. Esto que pasó es muy grave y no voy a parar hasta que se haga justicia”, aseguró esta mañana Walter Castro, postrado en una camilla de la sala de Urología del hospital José María Cullen. Tiene 42 años, vive en Santo Tomé y está internado desde el domingo 28 del mes pasado.
Este hombre habla todavía con mucha dificultad y denuncia que fue brutalmente agredido en horas de la noche del sábado 27, en un incidente que está siendo investigado. “Eran aproximadamente las 22 y yo andaba en mi Citroën C4 cuando me paró un control policial en el cruce de la Ruta Nacional 19 y calle Azcuénaga. Me revisaron todo el auto y después me dijeron que me retire, que estaba todo bien. Pero cuando me iba, la mujer uniformada le preguntó a su compañero si había buscado en el baúl y abajo de las alfombras. El hombre dice que no y entonces los dos se abalanzaron como locos sobre mi vehículo.
El tipo metió casi medio cuerpo adentro y trató de sacarme las llaves para detenerme. Me agarró el celular y no alcanzó a tomar la billetera. Ellos la habían visto y yo tenía adentro cuatro mil y pico de pesos. Yo me asusté, les pregunté qué más querían, nunca me resistí, les expliqué que ya me habían revisado todo y arranqué para llegar hasta mi casa, a unas cinco cuadras de ahí”, relató Castro.
“Estacioné frente a mi domicilio -agregó- e inmediatamente llegaron los policías, a los que se sumaron otros móviles. Primero eran cuatro y después como quince. Me agarraron del pelo y me tiraron al piso.
Todos me pegaron. Tengo moretones por todos lados, estoy a punto de perder un riñón, la cara desfigurada, no podía ver... Estoy con oculista, traumatólogo, urólogo... Ahora me van a revisar los pulmones, porque sigo escupiendo sangre. Además, me prometieron que me iban a matar a mis hijos, que me iban a ‘embagayar’ (‘plantar’ falsas evidencias en) el auto y la casa, para después allanar. Me dijeron que no me iban a dejar en paz y que tendría que irme de Santo Tomé. Yo soy un pobre laburante que trabaja de noche con un remís. Mientras me pegaban ahí, ante los ojos de mi esposa, me arrancaron la billetera, que después apareció vacía, tirada en el cordón de la vereda”.
En la seccional
“Golpeado, casi inconsciente y esposado, me llevaron a la comisaría, donde me metieron bajo una canilla. Ahí me siguieron golpeando. Me ahogaban y me pateaban en la cara. También me daban con la cachiporra en la espalda. A esa altura, yo sólo lloraba de la impotencia y la bronca. Recién acababa de bajar la torta para mi nieto, porque le hicimos la fiesta, y me pasaba eso. Les preguntaba, pero nadie me daba una explicación. Para mí que estaban todos alcoholizados, porque estaban en cualquiera.
"Después me dejaron en un calabozo, donde comencé a orinar sangre... Como a las dos horas llamaron a la ambulancia. Había una policía rubia, otra morocha y un gordo que me decían todo el tiempo que iban a detener a mi hijo, que lo íbamos a encontrar muerto en la autopista, que me iban a dar un balazo a mí también, porque siempre me cruzaban con el remís. Decían que yo había arrastrado a un policía, pero ese señor llegó hasta mi casa lo más bien”, recordó.
Desde entonces, Castro permanece internado en el Cullen, casi sin poder moverse. “Un subcomisario me pidió plata por haberme liberado, me dijo que se les había ido la mano, que él me había ayudado. Le dije que no me había ayudado, porque me rompieron entero. Yo lo quiero denunciar a él y a todos. Esto va a seguir, porque ellos son la autoridad que nos tendría que proteger, la gente que nos tiene que dar el ejemplo. Yo quiero que se haga justicia”, concluyó.
Sumario
Las autoridades de la Unidad Regional I (departamento La Capital), cuya asunción fue posterior al incidente, abrieron un sumario administrativo para determinar responsabilidades. Según trascendió, en caso de constatarse las graves acusaciones los responsables serían sancionados con dureza, al margen de los resultados del proceso judicial.