Los casos policiales y fotos destacadas que conmovieron a la ciudad de Santa Fe y su zona metropolitana.
Durante 2023 se produjeron muchos incendios en Santa Fe (algunos con consecuencias trágicas), pero dos de ellos se destacaron por la magnitud que alcanzaron.
El 5 de enero, cuando el año recién comenzaba, ardieron las instalaciones de una distribuidora de barrio Don Bosco, en la cuadra de calle Estanislao Zeballos al 3400. Numerosas dotaciones de bomberos debieron trabajar por horas y recién pudieron controlar el fuego completamente al día siguiente.
El otro siniestro se desató durante la tarde-noche del miércoles 17 de mayo, en una reconocida fábrica de artículos de acrílico de la ciudad cuyo predio ocupa gran parte de la manzana comprendida entre avenida Freyre y calles Junín, Doctor Zavalla y Santiago del Estero.
Varias dotaciones de bomberos demoraron cerca de 4 horas para llevar tranquilidad a los vecinos, que sufrieron al ver que las altas llamas amenazaban sus casas.
Afortunadamente, ninguno de estos incidentes tuvo consecuencias trágicas.
La noche del lunes 20 de febrero, feriado por Carnaval, un asalto contra un remisero terminó con el malviviente fallecido.
El sangriento episodio se desató en las puertas de barrio Villa Hipódromo, en donde se cruzan la avenida Peñaloza y Gorostiaga. Ahí, el chofer, que además era personal del Servicio Penitenciario provincial, mató a balazos a un pasajero que lo atacó con un cuchillo para robarle.
El remisero fue aprehendido en ese momento, pero pocas horas más tarde recuperó su libertad porque la fiscalía entendió que no había cometido delito alguno al defenderse de la agresión.
Durante 2023, vecinos de un barrio de Santa Fe y otro de Monte Vera reaccionaron de manera enérgica contra la inseguridad que venían sufriendo.
En la capital provincial, en barrio Escalante, la mañana del 19 de marzo llegó con pasacalles colgados con mensajes amenazantes para los delincuentes. "Sin respuestas oficiales: la seguridad la ponemos nosotros", advertía uno de los carteles. "Peligro… vecinos armados", avisaba otro.
Algo similar ocurrió en septiembre, pero al norte de la capital provincial, en barrio Praderas de Monte Vera. Allí, los vecinos se organizaron para monitorear la vigilancia. Algunos hacían guardia para observar sus cámaras y otros patrullaban con sus vehículos particulares en horas de la noche y la siesta. "Así pudimos reducir los delitos de una manera drástica", aseguraron unos días después.
El sábado 11 de marzo, luego de un raid delictivo que incluyó tres asaltos a mano armada en la zona noroeste de la ciudad, fue arrestada Deolinda Nicasia Medina. Esta joven, de 22 años, fue atrapada cuando cayó de la moto que acababa de robarle a una policía.
Para sorpresa de todos, cuando la ladrona fue identificada se pudo constatar que estaba cumpliendo una condena por el crimen de su propia prima (ocurrido cuando ella era menor de edad). A Medina, la Justicia le había otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria, pero sin tobillera electrónica ni ningún otro tipo de control.
Oscar Baños (73) fue blanco de un salvaje asalto ocurrido la mañana del domingo 12 de marzo en su almacén ubicado en Alberti al 3000, el corazón de barrio Belgrano. Tras atender a un repartidor de pan el comerciante fue sorprendido por un sujeto que, con intenciones de robo, se apoderó de una cuchilla que estaba en el mostrador y le asestó varias puñaladas, para luego darse a la fuga.
Pese a estar gravemente herido la víctima reconoció a su agresor y comentó que era el mismo hombre a quien el día anterior le había regalado comida. Baños falleció el martes siguiente. El sospechoso fue detenido el viernes 28 de abril, luego de que cometiera otro asalto.
La fiscal del caso, Ana Laura Gioria, imputó al sospechoso por "homicidio criminis causa y tentativa de robo calificado". Este hombre permanece en prisión preventiva mientras avanza la investigación en su contra.
En abril fue arrestado un músico santafesino con HIV que contagió intencionalmente al menos a dos mujeres con las que mantuvo vínculos.
El tecladista, de 42 años, fue acusado de "lesiones graves por debilitación permanente de la salud y poner en peligro la vida de la víctima, agravada por la relación de pareja".
Durante la audiencia de medidas cautelares, el hombre pidió disculpas a las víctimas, a quienes no cuidó a pesar de que sabía de su enfermedad desde 2010.
En mayo, la desaparición de una mujer encendió las alarmas en el barrio Varadero Sarsotti, en el extremo sur de la ciudad de Santa Fe. Mónica Estefanía Aquino tenía 30 años y nunca más fue vista. Su familia y la fiscalía temen lo peor.
La investigación que se abrió en ese momento reveló que la mujer era víctima de su pareja, en el marco de violencia de género. Tanto el hombre, como su hermano y la madre de ambos maltrataban a Aquino y la obligaban a prostituirse. Por este motivo, los tres terminaron en prisión.
La búsqueda de la víctima continúa y las autoridades ofrecieron una recompensa de 5 millones de pesos por cualquier dato respecto de su paradero.
El 2 de julio una bala perdida impactó en la cabeza de Delfina, una pequeña de apenas 12 años de barrio San Lorenzo de la ciudad de Santa Fe.
Su estado de salud era desesperante cuando llegó al Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia. Los médicos trabajaron arduamente por meses y lograron salvar su vida.
En noviembre le dieron el alta y desde entonces sigue con las tareas de recuperación en su domicilio. Delfina escribió una carta para agradecer a todos los trabajadores del centro de salud. "Los llevaré en el corazón a cada uno de ustedes", escribió apenas llegó a su hogar.
Sin dudas que otro de los hechos policiales que sacudió a Santa Fe en el año fue el caso de Franco Demarchi (28) el joven oriundo de Santi Spíritu, que arribó a nuestra ciudad con la intención de comprar una moto y terminó asesinado. La mañana del viernes 21 de julio, Franco fue ultimado a tiros tras haber acordado la compra online de una motocicleta Honda Tornado.
El salvaje crimen ocurrió cuando la víctima fue citada a la esquina de Gaboto e Hipólito Irigoyen para realizar la operación. Sin embargo, allí fue sorprendido por tres hombres que a pie lo intentaron asaltar con disparos de arma de fuego, de los cuales uno impactó en su cabeza.
Daniel Rubén Lescano, conocido como "el mono", fue detenido y ahora enfrenta cargos por este crimen. Lescano ya tenía antecedentes y estaba bajo investigación por un intento de homicidio, evadiéndose de la comisaría antes de su recaptura. Durante su fuga, se le acusa de disparar a un joven y de intentar robar a dos personas que buscaban comprar un celular. Este último suceso incluyó un disparo por la espalda a uno de los individuos.
En julio, un escándalo de proporciones se desató en la región a raíz de una investigación federal. El jefe del a Brigada Antinarcóticos de la Agencia de Investigación Criminal de Esperanza y su par de Coronda terminaron en prisión, acusados por el fiscal de la Nación Gustavo Onel de "proteger" a un narco de la zona.
En la causa, figuran videos en los que se vería al traficante entregando cientos de miles de pesos a un policía, que se encontraba a bordo de un automóvil oficial.
Por el caso, quedaron desmanteladas las brigadas antidrogas de los departamentos San Jerónimo y Las Colonias.
Se multiplicaron los ataques graves de perros contra personas, fundamentalmente niños, a lo largo de todo el año en la capital provincial.
El primero de los casos sucedió la noche del 24 de junio, en barrio Santa Rosa de Lima. Entonces fueron atacadas por dos pitbulls una mujer de 46 años y su nieta de apenas 13 meses. Ambas sufrieron severas heridas en distintas partes del cuerpo, fundamentalmente la pequeña. Por otra parte, el dueño de los animales fue imputado por lesiones gravísimas dolosas y terminó en prisión (todavía sigue tras las rejas, a la espera de un juicio).
El 28 de julio, otro episodio tuvo lugar en la zona noreste de la ciudad de Santa Fe, en el sector conocido como Playa Norte. La víctima, que hacía poco tiempo había cumplido un año de vida, fue mordida por un pitbull. Con lesiones importantes en el rostro, cuero cabelludo y tórax, la beba debió ser internada.
El tercer incidente nuevamente se desató en septiembre en barrio Santa Rosa de Lima, en calle Salta al 4600. Allí, la víctima fue un pequeño de siete años que caminaba junto a su madre, quien lo había ido a buscar a la escuela. El niño resultó con mordeduras en las piernas y la cara.
El último ataque se produjo a principios de diciembre, en inmediaciones del cruce de calles Berutti y 25 de Mayo. En ese lugar, otro pitbull se lanzó sobre una nena de 3 años y un nene de 11. A ella la mordió las piernas y a él la espalda.
Todos los menores de edad fueron asistidos en el Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia.
En septiembre, una investigación de la justicia provincial por problemas entre partes alrededor del alquiler de un inmueble terminó con el allanamiento a un departamento de un edificio en el Puerto de Santa Fe. Allí, funcionaba una "cueva" en donde se realizaban operaciones comerciales fuera de la ley con monedas nacionales y extranjeras.
Durante el procedimiento, fueron incautados 45 millones de pesos, casi cien mil dólares, además de 23 mil reales y 22 mil euros. También había decenas de tarjetas de débito de distintas personas, lo que despertó mayores sospechas. Entonces, los detectives arrestaron al hombre que residía en el lugar.
La causa fue tomada por la Justicia Federal, se allanó una sede bancaria de la zona céntrica de la capital provincial y también un estudio jurídico. Además, otras personas fueron arrestadas, acusadas de ser cómplices en operaciones financieras ilegales. La investigación continúa.
El primer fin de semana de diciembre, poco antes del cambio de gobierno, audaces hackers vaciaron una cuenta bancaria de la Unidad Regional VI de la Policía Provincial (Departamento Villa Constitución). Meses antes habían enviado un virus informático que algún empleado administrativo, sin querer, dejó entrar al sistema.
Los delincuentes, con ayuda del "troyano", consiguieron las claves de acceso necesarias, al igual que coordenadas y token. Luego, saquearon una cuenta destinada al pago de proveedores, combustible y horas extras, entre otras cosas.
El botín ascendió a 165 millones de pesos, que se perdieron en transferencias entre una maraña de cuentas.
Perdió la cuenta. José Fernández (80), denunció más de veinte robos en su taller del barrio Barranquitas. Crédito: El Litoral
No podía quedar afuera la historia de José Fernández (80), un honrado vecino de barrio Barranquitas de la ciudad de Santa Fe, que vive un infierno empujado por la delincuencia.
Su querido taller de herrería, ubicado en Luciano Molinas 3800, quedó reducido a depósito de materiales en desuso. Herramientas, máquinas y cuanto elemento de valor haya existido, fueron "devorados" por las sucesivas incursiones que los malvivientes perpetraron en el lugar.
Pero como si faltara algo más, ahora los tenebrosos del barrio saquearon su domicilio particular. Agobiado por todo lo ocurrido José hizo lo que tenía que hacer. Fue a la policía (Seccional 6ta.) y denunció cada uno de los robos. Todos los del taller y los 4 que sufrió en su casa, éstos últimos perpetrados en diciembre.
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