Un breve diálogo medió entre un motociclista y el muchacho que el Viernes Santo, en horas de la tarde, fue ejecutado a sangre fría, en las calles del barrio San Martín de la ciudad de Santa Fe.
La víctima tenía 29 años. Estaba junto a su hermano menor, a punto de empezar a cortar el pasto en la esquina de Espora y Lamadrid.
Un breve diálogo medió entre un motociclista y el muchacho que el Viernes Santo, en horas de la tarde, fue ejecutado a sangre fría, en las calles del barrio San Martín de la ciudad de Santa Fe.
"¡Esto es por rastrero!", le gritó el desconocido, antes de desenfundar un arma de puño tipo revólver y comenzar a disparar contra la humanidad de Juan Ignacio Rojas (29). Luego aceleró la moto y escapó de la zona, dejando al herido tendido en la calle, en medio de un charco de sangre.
La escena ocurrió delante de un jovencito de 16 años, hermano de Rojas, quien aportó que se trataba de una moto de alta cilindrada y confirmó la existencia de un diálogo entre el asesino y Juan Ignacio.
También relató que los dos estaban en la esquina de Espora y Lamadrid, preparándose para cortar el pasto cuando sobrevino la tragedia.
El homicidio de Rojas se consumó pasadas las cinco de la tarde, por lo que rápidamente la zona se pobló de vecinos y curiosos, varios de los cuales se comunicaron con el 911 para dar cuenta de la emergencia.
La víctima fue trasladada por una ambulancia del Servicio 107 en dirección al hospital Cullen, donde ingresó en estado desesperante y fue pasado a quirófano para contener la hemorragia. Sin embargo, una hora más tarde los médicos debieron comunicar la mala noticia a los familiares que aguardaban en los pasillos del efector público.
Según consta en los informes, Rojas recibió un solo balazo, que le ingresó por la espalda, a la altura de la axila derecha y el plomo que quedó alojado dentro de su cuerpo habría afectado órganos vitales en su recorrido.
Si bien por jurisdicción intervino la Seccional 10°, el caso fue puesto en conocimiento de la fiscal en turno, Ana Laura Gioria, de la Unidad de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación (MPA). La funcionaria solicitó la presencia de peritos del área Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y ordenó la realización de autopsia, entre otras medidas habituales.
Una vez en el lugar el personal comenzó a recabar los datos necesarios para determinar la mecánica del crimen, así como entrevistas a vecinos y testigos ocasionales que pudieran haber visto la escena. En esas circunstancias fue que una persona que no se identificó manifestó a los policías que quien mató a Rojas le gritó "¡Esto es por rastrero!" y abrió fuego.