Una verdadera jornada de terror vivieron un padre y su hijo (ambos empresarios avícolas oriundos de Arocena) a manos de un grupo de delincuentes que los secuestró y luego, tras horas de deliberaciones, terminó liberándolos.
Las víctimas son padre e hijo. Ambos sufrieron golpes y tormentos.
Una verdadera jornada de terror vivieron un padre y su hijo (ambos empresarios avícolas oriundos de Arocena) a manos de un grupo de delincuentes que los secuestró y luego, tras horas de deliberaciones, terminó liberándolos.
La grave secuencia se inició a media tarde del miércoles cuando varios malvivientes sorprendieron y atacaron a Edgardo Baella (padre) en un campo de su propiedad.
Poco después el nombrado fue llevado bajo amenazas hasta la casa donde reside su hijo Hernán, a quien los rufianes le tendieron una trampa.
Siguiendo las instrucciones de los matones, el hombre comenzó a llamar a su hijo y cuando éste salió al patio, recibió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder el conocimiento.
Cuando el joven logró despertar (después de varias horas) se encontró que estaba muy lejos de su casa, con una capucha en la cabeza y todo ensangrentado.
Según se pudo establecer, Hernán había sido secuestrado y trasladado a bordo de su propia camioneta Toyota Hilux, hasta un descampado en jurisdicción de Santo Tomé donde fue dejado abandonado.
Los propios vecinos del lugar fueron quienes lo encontraron y auxiliaron, y lo trasladaron hasta el Samco de esa ciudad.
En dicho nosocomio se constató que presentaba severas lesiones y heridas cortantes en su cabeza, además de hundimiento de cráneo.
Dada la gravedad de los hechos hasta el citado centro de salud acudió el ministro de Seguridad, Marcelo Saín, quien se interiorizó del asunto.