Carlos Retamal
El macabro episodio, de características sicarias, ocurrió en jurisdicción de Ibarlucea, unos 5 kilómetros al noroeste de Rosario, cuando las víctimas volvían de un casamiento y fueron atacados por personas que se movilizaban en una 4x4.
Carlos Retamal
Una nueva página de terror se escribe por estas horas en el departamento Rosario, sin lugar a dudas el más violento de la provincia. En la mañana de este sábado 29 de enero, fueron asesinados un hombre de 33 años y su pequeña hija de poco más de 12 meses y también fue encontrado un cuerpo calcinado en su auto, que se presume sería de su pareja.
El espeluznante suceso, de tinte mafioso y llevado a cabo por sicarios, se dio alrededor de las 5 en jurisdicción de Ibarlucea (o Ybarlucea), localidad ubicada 5 kilómetros al noroeste de Rosario.
Según las primeras informaciones brindadas por voceros policiales y judiciales, la familia volvía de participar en un evento en el salón de fiestas Campos de Ibarlucea ubicado sobre avenida 25 de Mayo al 5300, también referenciada como ruta provincial 34S, que conecta las localidades de Granadero Baigorria e Ibarlucea. Al parecer, las víctimas iban en un Audi TT de color blanco por la ruta 34S, cuando fueron interceptados por una camioneta Amarok 4x4, también de color blanco.
Desde el vehículo de mayor porte efectuaron más de una docena de disparos contra el Audi, por lo que su conductor o conductora (no está claro hasta el momento quien manejaba), dio la vuelta y regresó hasta el salón de fiestas, para pedir ayuda.
En el marco del ataque resultaron heridos Iván Maximiliano Giménez, de 33 años y su hija Elena, de 1 año, quienes fueron cargados en otra camioneta por uno de los asistentes a la fiesta y trasladados al hospital Eva Perón de Granadero Baigorria donde arriban ya fallecidos por la gravedad de las heridas. La inspección preliminar a ambos cuerpos señala que el hombre tenía alrededor de 20 impactos de arma de fuego y la pequeña alrededor de media docena.
En principio, también llegó hasta el hospital la pareja de Giménez manejando el Audi, y tanto ella como el conductor de la camioneta, tras dejar al hombre y la pequeña, se marcharon, indicaron voceros del caso, aunque dicha versión está en investigación.
Pero el hecho no terminó ahí. En horas de la mañana fue encontrado en un camino de tierra que conecta la ruta 34S con calle Urquiza, a unas pocas cuadras del salón de fiestas, un automóvil, con características similares a los de las víctimas del ataque a tiros, totalmente incinerado, con un cuerpo en su interior, sentado en el asiento del acompañante, hasta el momento no identificado.
El fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Gastón Ávila, ordenó que el cadáver sea trasladado al Instituto Médico Legal (IML) de Rosario, para ser sometido a autopsia y a pericias de identificación. Si bien hay versiones que señalan que el cuerpo es el de la pareja de Giménez, identificada como Vanesa R., por el momento dicho dato no fue confirmado.
Además, el fiscal comisionó al gabinete criminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para que lleve a cabo un relevamiento de la escena del ataque, realice pericias fotográficas, croquis del lugar de los hechos, levantamiento de rastros, toma de testimonios a personas que se encontraban en el evento, y también a allegados y familiares de las víctimas.
Voceros de la pesquisa señalaron que se secuestraron más de una decena de vainas servidas calibre 9 milímetros en el lugar donde fue interceptado el vehículo de las víctimas, que fueron enviadas a peritar.
Hay tareas investigativas en curso dispuestas por el fiscal Ávila, que son llevadas adelante por la brigada de homicidios de la AIC, para intentar establecer la mecánica de los hechos y dar con los agresores.
El triple crimen llevado a cabo por sicarios que se movilizaban en un vehículo de alta gama tiene características mafiosas, y que podría estar vinculado a la banda Los Monos, según indicaron en base a algunos de los asistentes al evento. Entre ellas se señalan la gran cantidad de disparos con la que se perpetró, y que el vehículo en el cual intentaron irse las víctimas fue totalmente incinerado, con un cuerpo en su interior, como forma de tapar pruebas o mandar algún tipo de mensaje, referenciaron distintas fuentes consultadas.
Ya son 22 los asesinatos registrados en los primeros 29 días del año, lo que equivale a un crimen cada 32 horas en el departamento Rosario; un 80% más que a esta misma altura de 2011.